The Haunting of Hill House (La maldición de Hill House). Temporada 1

(Netflix. 10 episodios: 12/10/2018)
Lo que empezó siendo una obligación derivada a los gustos terroríficos que no comparto de mi amadísima esposa, ha acabado siendo un descubrimiento en toda regla, una revelación que va mucho más allá del género de terror y que acaba siendo una experiencia yo creo que hasta necesaria, o como mínimo recomendable. No vas a encontrar la típica serie o película en la que una casa está embrujada, encantada o infectada de espíritus (que también, como puede pasar en The Haunting o en la primera temporada de American Horror Story), sino que vas a ir mucho más allá, con saltos constantes temporales (entre el verano de 1992 y el presente, 2018), una familia numerosa en dos momentos cronológicos distintos, pero, sobre todo y ante todo, vas a encontrar una serie redonda.
Contiene spoilers

Lo que podría arrancar con premisas prototípicas, una familia que llega a vivir a un caserón con muy mala fama en los alrededores por el cúmulo de fallecimientos y extrañas circunstancias, pronto se desdice y nos encontramos con un rompecabezas que nos mezcla las secuencias temporales. El primer protagonista (porque los siete miembros de la familia lo son) es Steven Crain (Michael Huisman, el segundo Daario Naharis de Game of Thrones), el hermano mayor de los cinco, en el presente un escritor de éxito gracias a sus novelas de terror, la primera de ellas relatando los hechos vividos durante el verano de su infancia en el que intentaron acondicionar la casa de Hill.

Lo curioso es que él es un descreído. Pese a lo sufrido, se niega en creer la presencia de espíritus y achaca todo lo paranormal a los engaños de la mente. Pese a que carga con instrumentos para medir la intensidad de energía y casi parece un caza fantasmas, con el caso de la señora que ve a su marido muerto en un accidente de tráfico una noche de tormenta vemos que es un escéptico. Ni siquiera la aparición, al final del episodio, de su hermana muerta (el primer fantasma que ve o reconoce, de ahí el título del episodio, "Steven sees a ghost"), terminará de decantar la balanza hacia otro tipo de explicaciones.

No pasa por buenos momentos en su matrimonio con Leigh (Samantha Sloyan) y está bastante distanciado de sus hermanos por unas razones u otras. No coge el teléfono a su hermana Nell (para él, heredera de la locura de su madre) y casi abjura de Luke, a quien pilla robando en su casa, en la enésima demostración de que no hay esperanza para su hermano yonqui. Además, el rechazo a su padre es visceral, algo que contrasta con ese chico abnegado y solícito que era el joven Steven (Paxton Singleton), deseoso de ayudar a su padre y de ser el hermano mayor protector perfecto.

En el segundo episodio pasamos a la segunda hermana, Shirley Crain (Elizabeth Reaser), que ahora lleva un negocio de funerarias y se encarga de "restaurar" los cadáveres que le llegan para que "luzcan" en el velatorio (tanatopráxico). Casada con Kevin Harris (Anthony Ruivivar), que es el administrador de la empresa, y con dos hijos, en teoría es la otra hermana con éxito de la familia, superando esa traumática infancia que no llega a negar tanto como Steven. Es una mujer perfeccionista, trabajadora y algo obsesiva, como se demuestra en la profesión elegida. Algo así era la joven Shirl (Lulu Wilson), un poco traumatizada por no haber podido salvar ningún gatito de la camada que se encuentra en un cobertizo.

Más interesante me parece Theodora Crain (Kate Siegel), ahora viviendo en la casa aledaña a la de Shirley, a pesar de que vemos que es muy buena en lo suyo: psicóloga infantil. A través de este personaje encontramos uno de los aciertos de la serie: que no está fuera de la realidad, una realidad asfixiante caracterizada por lo paranormal que casi nunca se refiere al contexto circundante. Aquí no, aquí hay cabida a temas tan duros e impactantes como el abuso sexual a menores, en el caso de Mr. Sonrisa.

¿Por qué Theo es tan reservada? La vemos ligando en un bar, llevándose a la cama a la guapísima Trish (Levy Tran), pero apartándose al amanecer de ella. Para rematar rarezas, se cubre las manos con unos guantes. Gracias a las escenas del pasado, descubrimos que la joven Theo (Mckenna Grace, la niña Tonya de 8-12 años), como pasa con algunos miembros de la familia por parte de madre, tiene el don o la percepción de sentir la verdadera esencia de todo aquello que toca, ya sea un objeto o una persona. Nos quedaremos durante varios episodios con la incertidumbre de saber qué ha visto al tocar a su hermana muerta.

Llega el turno de los hermanos gemelos. Primero Luke Crain (Oliver Jackson), cuya vida adulta está marcada por el consumo de drogas. Ninguno de los hermanos, salvo Nell, confía en él, pocas veces le han creído de hecho, y aunque ahora por fin parece estar remontando (lleva 90 días sin consumir, apoyado en otra ex drogadicta, Joey -Anna Enger-), la desaparición de su amiga, a quien sale a buscar, y un repentino enfriamiento en su cuerpo, complican mucho su recuperación, y más cuando vuelve a aparecérsele el espíritu del hombre del sombrero.

Los problemas para él arrancan desde hace años: al pequeño Luke (enternecedor Julian Hiliard con esas gafas gruesas y esa mirada asustadiza por encima de las lentes) casi nunca se le creía cuando afirmaba haber visto espíritus o cuando hablaba de Abigail, la que parecía su amiga imaginaria. Solo en su casa del árbol encuentra refugio a sus más que fundados miedos infantiles.

Algo similar le ocurre a Nell Crain (estupenda Victoria Predetti), a quien vemos morir en el primer episodio. Sus hermanos la toman como un nuevo caso de la enfermedad mental que llevó a su madre al suicidio. Siempre más sensible que el resto, si los demás hubieran sabido de esa especie de enfermedad que la lleva a paralizarse algunas noches, sin duda a consecuencia de las recurrentes visitas de la mujer del cuello torcido, seguramente hubieran empatizado más con ella. Parecía que casarse con Arthur (Jordane Christie) iba a suponer la superación de sus estigmas, pero por desgracia su marido no le dura demasiado.

En el magistral quinto episodio que es The bent-neck lady, además de ver que las apariciones de ese espíritu espeluznante no se limitan a la casa, el juego de saltos temporales (con la pequeña Nell -Violet McGraw, otra niña encantadora-, recibiendo visitas desagradables) y de perspectivismo (la escena en la que vimos a Nell bailando sola por la casa tiene sentido al ver que la casa había creado una ilusión y había vuelto a reunirse con Arthur) cobra su máxima expresión, con un final que convierte el capítulo en uno de los mejores que haya visto, con una explicación circular al final, con una escena muy visual y resumida, que une presente y pasado y se convierte en una obra de arte. Nell, de hecho, representa lo que sería el tema principal, la fuerza de la familia.

Cuando esta obra de arte parece insuperable y aún vamos por la mitad, llega otro episodio apoteósico: Two Storms, en el que presenciamos dos tormentas paralelas en presente y pasado, y además con la pericia técnica de haberse grabado con un plano secuencia (o, como mínimo, sin ningún corte, en lo que acaba siendo una orquesta de movimientos de cámara). Los movimientos de la cámara envuelven a los personajes en lo que parece una escena teatral, pues vamos conociendo trapos sucios y revelaciones, y ni siquiera la dificultad de la existencia de dos espacios (la casa en el pasado, la sala de velatorio de la casa de Shirley) minimiza el alcance de este episodio. Por fin vemos a Hugh Crain (Timothy Hutton), el padre, a quien ninguno de los hermanos soporta, algo que contrasta con la veneración que se le tenía en el pasado al joven Hugh (Henry Thomas, el pequeño Elliot de E.T., a quien no le favorecen esas lentillas perturbadoras para parecerse más a Hutton).

Hugh es la llave entre pasado y presente, el que realmente conoce el alcance del peligro de la casa de Hill, pero ha optado por mantenerlo guardado para sí, como guarda la presencia de su esposa, Viv, una presencia constante que le acompaña y le aconseja (aunque no siempre la haga caso). Hasta el último episodio no conoceremos el alcance de su sacrificio, un sacrificio que pasa por ser repudiado por sus hijos.

Por último, falta el miembro número siete de la familia: Olivia Crain (guapísima Carla Gugino), a quien casi siempre vemos como alguien razonable, cabal y mesurada, pero de quien sabemos que se volvió loca y llegó a suicidarse. No cuadra la imagen que obtenemos de ella en los primeros episodios con la distorsionada Olivia que rompía un cristal sin venir a cuento, delante de Steve. La casa poco a poco va apoderándose de ella, torturándola sin apenas dormir y con visiones aterradoras en sueños que la impiden saber lo que es real y lo que no. Otro de los aciertos será la concepción circular del tiempo por medio de este personaje: una de las pesadillas de Viv será ver a sus gemelos de adultos, una en la mesa metálica y otro yonqui perdido.

Faltaría por hablar de los Mrs. Dudley (Annabeth Gish) y Mr. Dudley (Robert Longstreet), la criada y el amo de llaves y ayudante para las reparaciones de Hugh, cuya única condición es no permanecer de noche en la casa. También en el último episodio conoceremos revelaciones impactantes sobre ellos. O de algunos de los espíritus de la casa, como la intrigante Poppy Hill (Catherine Parker) o el mencionado hombre del sombrero. O del cuarto de juegos de Steve, el cuarto de baile de Theo, el cuarto de leer de Viv. O de la habitación roja, con esa puerta siempre cerrada que acabará siendo el corazón (o el estómago) de la casa. O de la noche de la huida. O de la ESCENA DEL COCHE del capítulo 8.

Ahora que viene la Noche de todos los Santos (Halloween, vaya), resulta ideal para hacer una maratón, aunque al final acaba siendo mucho más que una serie de terror porque rompe con sus rígidos códigos y que acaba siendo una fábula del amor familiar, con un discurso hermosísimo de Nell en el capítulo final que habla que el tiempo no es lineal, sino que es como la nieve que cae.

Comentarios

Marian ha dicho que…
¡Que bien!! Como siempre descubriéndome series interesantes y encima está en netflix, así qeu la voy a ver porque me encanta el terror.
besos
Juliiiii ha dicho que…
Es ideal para estas fechas, así que si la ves y te gusta, ya me dices ;)