Esto y ESO. Raúl Vacas. Edelvives (07/11/11)

140 páginas. 9,90€. Año de edición: 2010

Tras las enormes expectativas generadas con Consumir preferentemente, la decepción es la palabra más acertada para referirme a este libro, cuya cuidada edición y su lograda portada es lo más conseguido. En busca de su fallo, me atrevo a señalar que la culpa reside en su particular estructura: dividido en 12 partes (más la Lección inaugural y La biblioteca), cada una de ellas representa una asignatura y eso fuerza el contenido y la expresión de una manera que a duras penas podemos hablar de poesía por momentos: torpes juegos de palabras, tópicos traídos por los pelos, referencias poco justificadas o justificables.

La única manera de resistir este libro es olvidarse de que existen esas particiones absurdas para rescatar algún poema suelto. Pero esto no significa que no sea un libro que no se deba recomendar a los alumnos, ya que hay que reconocer que se presta a muchos juegos creativos a modo de taller literario. Si bien pueden resultar espantados, la intervención del profesor, escogiendo poemas y leyéndolos en clase, o proponiendo imitar alguno de ellos, puede resultar providencial. Tampoco viene mal para quitar el miedo reverencial al verso, puesto que abundan las estrofas libres (salvo algún soneto y alguna otra estrofa con rima, aunque no muy afortunadas).

En Lengua castellana y literatura llega la 2ª chorrada del libro (tras la 1ª con la Quiniela), Análisis fonético de un sentimiento (acróstico de la frase "te quiero"), seguido de la 3ª (Puntuación, que juega con la polisemia de la palabra "punto", algo que se puede imitar con otras palabras). Ni Madame Bovary ni el Romance de la almohada (demostración de la poca habilidad para el romance) dicen mucho. Mejora la cosa con El caballero andante (por el humor del verso final), al menos curioso, así como Coplas a la muerte de don Carnal (aunque demasiado extenso, las resonancias clásicas pueden dar juego).

Educación plástica y visual reúne varios poemas con juegos intrascendentes y prescindibles, como Atardecer (ejemplo de caligrama), Fotolog (9 haikus) o Poética (que juega con la tipografía).

Idiomas es otra demostración del daño que hacen estos epígrafes: si lo obvias, Meeting point (que de inglés sólo tiene el título) es un soneto gracioso donde un pijo intenta ligar. Y Elegía es el primer ejemplo de los varios que hay de poesía a base de enumerar palabras. Algo parecido sucede con Educación física. Si no tratas de relacionar el poema Paso con la asignatura tiene un pase, así como Vida eterna.

En Ciencias de la naturaleza encontramos la sección con los poemas más meritorios (pp. 71-76). En cambio, Matemáticas pugna con Plástica como la menos reseñable. De Ciencias sociales, el soneto Entre líneas llama la atención por ser una enumeración a base de paradas de metro. 

Otra de las mayores chorradas está en Física y química: el poema Agua:
La primera hache se metió en el agua y, aunque era muda, dijo: oh
La segunda hache: dos oh
 En esta sección, Entre mi sueño y tú sólo hay suspiros es de los más bonitos, aunque la FyQ no la veo por ninguna parte. En Cultura clásica, Re-cursos de retórica (dos créditos, página 127), aunque sólo sea por el juego que se plantea (reconocer dos falsas figuras) y por repasar el listado de figuras retóricas, se salva. Algo similar ocurre con Ars dicendi (mutatis mutandis), pero con tópicos latinos. El epílogo, Biblioteca, con Sala de préstamos, es otro poema prescindible.

Así que por más que me gustó más Consumir preferentemente, no se puede negar la fuerza expresiva del libro, que permite discutir y debatir, así como reelaborar creativamente mucho de sus textos. Se puede pensar "si esto es un poema, yo también puedo escribirlo", pero tiene mérito cuando se abre ese camino. Antes de 3º ESO no lo veo y creo que más concretamente, se podría trabajar en 4º.

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