Five days. Temporada 1

(HBO. 5 capítulos: 23/01/2007 - 01/02/2007)
Retrocediendo en el tiempo, con una estética que hoy en día ya parece bastante desfasada (coches ya de otra época, móviles de última generación de la época de cuando lo más era que fueran lo más pequeños posibles), hemos encontrado esta serie británica, una colaboración entre la BBC y HBO que da unos frutos bastante interesantes.

Pese a que el principio es bastante confuso porque te presentan a todos los personajes a base de pinceladas rápidas, enseguida entras en materia, de una manera descarnada, casi naturalista (quizás es que el paso de los años ha hecho de la producción algo no tan bien acabado como puede ser ahora):

Una mujer, Leanne Wellings, cuando iba con sus dos hijos pequeños a ver a su abuelo a la residencia, hace una parada para comprar flores. Entonces, desaparece. Los pequeños, Ethan Wellings (Lee Massey cumple su papel y te provoca bastante ternura), de unos 6, 7 años, y Rosie Wellings (Tyler Anthony tres cuartos de lo mismo), que deciden volver a casa por su cuenta al ver que su madre no aparece. Por el camino, Kyle Betts (Rory Kinnear: Penny Dreadful), un hombre tirando a marginado y fracasado que vive con su madre y que acude al gimnasio donde trabaja su padre, el ex militar, Matt Wellings (David Oyelowo), recoge a los chicos y al perro que llevan.

Lo mejor de esta serie es que te muestra las reacciones de todas las personas allegadas a Leanne, así como los trazos gruesos de la investigación, todo contado de una manera muy realista: por ejemplo los padres de Leanne, bien distintos entre sí. La madre, Barbara Poole (Penelope WiltonDownton Abbey), adopta una postura de negación de la realidad, y espera en todo momento que aparezca su hija, porque siempre ha sido un poco caótica y desordenada. Lo achaca a la permisividad de su padre, aunque iremos viendo que también hubo un punto de celos porque su propio padre prefería a su hija que a ella misma. Su marido le reprochará que no haya madurado, aunque más bien parece un caso de egoísmo.

En cambio, el padre, John Poole (para mi gusto la mejor interpretación es la suya, la de Patrick Malahide, que me sonaba y resulta que era Balon Greyjoy de Game of Thrones), tira más de comprensión, sobre todo hacia la hija adolescente de Leanne, Tanya Wellings (muy bien Lucinda Dryzek, tanto en su versión repulsiva como ya cuando deja de dar tanto por saco), que se había escaqueado de ir con los desaparecidos para ir de compras con una amiga. Intenta mostrar más sentido común y arroparse con la familia, pero llegará un punto en el que explote y se venga abajo.

Matt es otro personaje complejo. Su matrimonio con Leanne no pasaba por los mejores momentos, aunque no se cree nunca que tenga una aventura con Daf Parry (Richard Harrington), su ex marido, el padre de Tanya, ahora residente en Francia. Se libra de ser considerado sospechoso sobre todo por su color de piel. La amenaza de que la policía sea acusada de ser racista le deja en principio de las sospechas, por más que él al principio se deshace de una manera un tanto sospechosa de su teléfono.

Tampoco ayuda la relación que entabla con una que en principio parece una loca de la vida, Sarah Wheeler (Sarah Smart), una mujer que encuentra a Ethan y se involucra de una manera desmedida por la familia en apuros. Al ganarse al crío, el padre la acepta cada vez más hasta que son ellos los que estrechan sus vínculos, inevitablemente concluyendo en la cama. La prensa sensacionalista, que no queda bien parada en absoluto, se hará eco de esta situación.

Y si la familia y las reacciones a los sucesos (no se nos cuentan los  cinco primeros días del caso, sino que del uno pasamos al tres, luego al 28, después al 33 y acabamos con el 79, según van apareciendo nuevos datos, como cuando aparece un cadáver y creen que es Leanne o cuando es la propia Leanne la que es encontrada en el lago) son el eje principal, tampoco hay que olvidar la trama policial.

Me quedo con el encargado del caso, Ian Barclay (Hugh BonnevilleDownton Abbey), que parece bastante equivocado en su línea de investigación pero al final veremos que no lo estaba tanto, aunque lo más destacado es su componente paternalista con sus subordinados, que componen un inspector muy humano y comprometido con el caso. No llega a tener nada con la DS (no sé qué significan las iniciales, es lo que pone en IMDB) Amy Foster (Janet McTeer, la mamá de Jessica Jones), que roza ese carácter funcionarial cuando llega su jubilación (pero solo lo roza, en realidad sigue preocupada). Y me ha chocado el papel de Simone Farnes (Nikki Asuka-Bird), digamos que el enlace de la policía con la familia, en parte por ser negra, pero que luego parece un miembro más de los Wellings.

Me dejo a Stephen (Charlie Creed-Miles), otro de los polis, o a Tops (Michelle Bonnard), ella encargada del departamento de comunicación, pero su papel es menos relevante, va perdiendo fuerza. Todo lo contrario que el de Gary Machin (Doug Allen), el amigo de Matt, también ex militar.

Todo lo que ocurre está muy bien contado y resulta creíble. Es inevitable ponerte en la piel de la familia de Leanne y que te llegue esa angustia de no conocer lo que ha pasado y situarte en la frontera de la incertidumbre. La duración de los episodios de 50 minutos encaja a la perfección con lo narrado, la música que resuena en los momentos más peliagudos ayuda a entrar en situación y, por si fuera poco, tiene un desenlace bastante sorpresivo y redondo, casi llegando a provocarte un ¡oh! cuando la niña, Rosie, que había permanecido callada desde que apareció en la caravana de su bisabuelo Victor (Edward Woodward).

Comentarios

Marian ha dicho que…
Pues me has picado, le voy a ver, porque además ando siempre buscando miniseries interesantes
Besos
Mr. Zuñel ha dicho que…
Quizás yo también le dé una oportunidad. Por cierto las siglas DS creo que se refieren a "Detective Sergeant",
Saludos
Juliiiii ha dicho que…
Ya me diréis si al final os animáis: la tenéis en HBO España, y tiene otra temporada con otro caso. Gracias por la aclaración de las siglas, Álvaro ;)