(Telecinco. 16 capítulos: 16/01/2017 - 01/05/2017) |
No cabe duda de que la ficción española ha dado pasos adelante y que, en general, el nivel medio ha subido bastante. Hace tiempo parecía impensable que hubiese una relación entre intriga y calidad de producción que se antojara como suficiente, y Sé quién eres, en ese sentido, lo consigue, sobre todo al principio. Muy bien cuidada y rodada, Pau Freixas deja destellos que hacen pensar en una buena serie.
Por desgracia, tiene que luchar contra condicionantes demasiado negativos como para reponerse, empezando por ser Telecinco la productora. Peor que eso es que la pareja Elías-Alicia plagia en malignidad y maquinaciones a los Underwood (House of Cards), especialmente en la escena en que comparten cigarrillo; sin embargo, peor que todo eso es la excesiva duración, tanto en capítulos, como, sobre todo, en metraje, con engendros como el último episodio que se va casi a las dos horas. Tenemos que escuchar hasta los pedos que se tira Blanca Portillo cuando le da algún apretón...
Contiene spoilers
De todas maneras, el interés se mantiene casi hasta el capítulo 10 u 11, cuando ya aparece la chica secuestrada, Ana Saura (Susana Abaitua funciona por momentos). Si hubiera aparecido muerta, todavía hubiera podido hacerse algo. Pero no, se pasa 12 días encerrada sin comer ni beber y sobrevive. Verosimilitud ante todo.
Tampoco sobrevive la serie a la recuperación de la memoria del protagonista, el frío y calculador (al menos cuando conserva sus recuerdos) Juan Elías (Francesc Garrido cumple con creces, aunque su personaje tiene más riqueza con la amnesia), que vive una especie de triángulo amoroso entre su esposa, la juez no menos calculadora Alicia Castro (Blanca Portillo es de lo mejorcito, claro) y la joven abogada Eva Durán (Aida Folch nefasta, de lo peor, aunque puede deberse a que su personaje es la más inconsistente).
A pesar de que son evidentes los intentos de distracción de la trama principal (la desaparición de Ana, asociada casi siempre a Elías, cuya culpabilidad parece clarísima), como por ejemplo buscando el topo que revienta varias actuaciones policiales, o que si Ana está embarazada y se duda de si de Marc Castro (no es de las peores actuaciones de Martiño Rivas, aunque pasa de inexpresivo como en El internado a excesivo aquí), hermanastro de Ana, o Pol Elías (Àlex Monner cumple, en general, bastante bien), los primeros capítulos enganchan, aunque sea solo por ver si Juan Elías finge o de verdad ha perdido la memoria.
Sobran muchos personajes, por unas razones u otras: David Vila (Carles Francino va de abogado guaperas pese a ser un pagafantas de Eva y solo mover la mitad de su boca), cuyo protagonismo va menguando hasta quedarse fuera del meollo; Marta Hess (horrible por sobreactuada Eva Santolaria), la fiscal que se pasará al bando de Elías; Julieta (Noa Fonanals no da la talla), la hermana pequeña de Pol; Silvia Castro (Mar Sodupe ni pincha ni corta), hermana pringui de Alicia y esposa de Ramón Saura; Giralt (Pepón Nieto, mejor dedícate a la comedia), el comisario adscrito al caso, que pese a efectuar múltiples reconstrucciones del caso no llegará a ninguna pista fiable; o Charri (Nausicaa Bonnín), la amiga yonqui de Ana que se acabará suicidando. Ya digo, algunos por su personaje, otros por su interpretación (en cuyo caso habría que incluir a Eva), como mínimo sobran estos.
Sobra también lo del hermano gemelo de Pol, olvidado muy al principio, o la trama del apuñalamiento de Alicia, que es la siguiente distracción del caso una vez que aparece Ana, y no se sabe si el autor ha sido Elías o Santi Mur (Marcel Borràs), hermano de Charri.
Salvo del naufragio a los dos protagonistas, al personaje de Ramón Saura (Nancho Novo) a pesar de que explotan en exceso su cáncer terminal; a Ricardo Heredia (Antonio Dechent de lo mejorcito), el compañero de bufete de Elías, a medias por sus salidas ingeniosas y a medias porque el actor siempre cumple; y a Héctor Castro (Álvaro de Luna), por su chándal y por haber sido el Algarrobo.
El mérito de la serie es que sabes que te van a contar un culebrón, pero casi siempre está bien contado. La idea de que los malos ganen casa bastante con la historia reciente de nuestro país (sin ir más lejos, hace nada ha salido que el juez Villarejo deja fuera de la imputación al emérito pese a los líos de Corina) y también me ha recordado a la película Perdida. Sobran, pues, muchas cosas, más que las que faltan (por ejemplo, que se hable en catalán pese a estar en Barcelona), pero en general está bien hecha. Ideal para ratos largos de aburrimiento o que no tengas nada que hacer y no te importe perder una hora al día durante un par de semanas.
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