(352 páginas. 13,95€. Año de edición: 2017) |
Sin más pretensiones que hacer pasar un rato a los más jóvenes (hasta 14 años diría yo), lo que es la primera parte de una trilogía escrita por Juan Gómez-Jurado se deja leer con mucha facilidad, entre otras cosas por una edición cuidada de tapa dura, con letra grande y mucho espacio entre líneas, además de las ilustraciones de Fran Ferriz y unas páginas casi siempre bien presentadas, con tipografías atractivas y otro tipo de adornos, como cuando Alex Colt pierde el conocimiento y tarda varios ciclos en despertarse.
No necesita de mayores presentaciones nuestro protagonista: Alex Colt tiene 13 años, es bajito, tímido, valiente y huérfano y en la casa de acogida suele ser el blanco de una pandilla de matones, por lo que cuando de pronto desaparece en la caída desde lo alto del tobogán y aparece en una nave espacial llamada MADRE, pronto opta por las aventuras que se le ofrecen en el espacio en vez de volver a la Tierra.
Su hogar pronto se convertirá en la pandilla de marginados que están en una academia que se prepara para el inminente ataque de un alienígena muy antiguo, el Zark, temible al poder multiplicarse en muchos Zarks y también por poder transmutarse en cualquier ser (un enemigo muy bien trazado, pues).
No hay muchos prolegómenos para la aventura espacial, ni para las descripciones más allá de la necesaria presentación y diferenciación de los personajes. De hecho, incluso podrías optar por saltártelas (y eso que son escuetas) e ir al final del libro, donde aparecen con sus respectivas ilustraciones. La narración y el diálogo son las formas de elocución escogidas por el autor para llegar rápidamente a su lector infantil.
Con una estética y una esencia que beben directamente de los videojuegos, no hay tiempo para descansos. El autor sabe, seguro que por medio de sus dos hijos, que el ritmo es algo fundamental para las nuevas generaciones, acostumbradas al vértigo de Youtube y la inmediatez de las nuevas tecnologías. Es por eso que la editorial apuesta por un enfoque interactivo para acercarse a ellos desde una página web habilitada (Alex Colt), con video tráiler incluido.
Como digo, no hay respiro ni tiempo para preguntarse cómo el protagonista ha acabado de un tobogán a una nave rodeado de una especie de setas verdes con brazos y piernas (chubis) después de una caída que no terminaba nunca. Le introducirán una píldora por la nariz (chip transcerebral, que permite comunicarse a las distintas razas, y además transforma los insultos en flink, como en The good place) para adaptarse a la atmósfera y traducir de inmediato todo tipo de lenguaje y verá cómo se acerca a una nave gigante que está tan viva como él.
Las respuestas (si llegan) vendrán después de que Alex elija quedarse para proteger a un ser baboso, un camloreano patoso todo cerebro llamado Blop, quien le informará que está en una academia y al ser novato es un zero, entre otras cosas, como que están ocurriendo varios contratiempos.
Cuando se enfrenta a la pandilla de matones que atosigan a Blop empezará a mostrarse como un elemento imprescindible contra esos contratiempos que no son sino las primeras manifestaciones de que el Zark quiere acabar con la oposición de la Confederación, que parece liderada por un ser ancestral (pero no tanto como su enemigo), el profesor Barburian, que no será el único que instruya a los protagonistas.
Poco a poco irá conformándose la pandilla que liderará Alex gracias a sus corazonadas e intuiciones: Tycho, tukxiana caracterizada por estar llena de empatía y su facilidad para la comunicación; Maia, antareana, más guerrera, que tendrá sus tiras y aflojas con Alex (futuro romance a la vista); y el adorable Havee, mulkachiano, pacífico hasta que le cabrean y se transforma cual gremlin en enorme bestia de fuerza descomunal.
Lo dicho, las respuestas (si llegan) vendrán después de pasar a la acción, la cual no veremos concluida, puesto que estamos ante la primera parte de la trilogía. Para ver cómo acaban las aventuras de Alex Colt y sus amigos, hay que leerse La batalla de Ganímedes y El secreto del Zark.
Aunque no recomendaría la lectura recomendable para ningún curso de Primaria o para 1º o 2º de la ESO al tratarse de un libro demasiado sencillo, que no va más allá de los valores de la amistad y la oposición a los abusones, su principal (casi único) atractivo es el placer de pasar páginas, por sí que es una muy buena opción para esas lecturas voluntarias, gracias a su dinámica tan adictiva y entretenida, y por supuesto una opción muy recomendable para que forme parte de la biblioteca escolar.
Las respuestas (si llegan) vendrán después de que Alex elija quedarse para proteger a un ser baboso, un camloreano patoso todo cerebro llamado Blop, quien le informará que está en una academia y al ser novato es un zero, entre otras cosas, como que están ocurriendo varios contratiempos.
Cuando se enfrenta a la pandilla de matones que atosigan a Blop empezará a mostrarse como un elemento imprescindible contra esos contratiempos que no son sino las primeras manifestaciones de que el Zark quiere acabar con la oposición de la Confederación, que parece liderada por un ser ancestral (pero no tanto como su enemigo), el profesor Barburian, que no será el único que instruya a los protagonistas.
Poco a poco irá conformándose la pandilla que liderará Alex gracias a sus corazonadas e intuiciones: Tycho, tukxiana caracterizada por estar llena de empatía y su facilidad para la comunicación; Maia, antareana, más guerrera, que tendrá sus tiras y aflojas con Alex (futuro romance a la vista); y el adorable Havee, mulkachiano, pacífico hasta que le cabrean y se transforma cual gremlin en enorme bestia de fuerza descomunal.
Lo dicho, las respuestas (si llegan) vendrán después de pasar a la acción, la cual no veremos concluida, puesto que estamos ante la primera parte de la trilogía. Para ver cómo acaban las aventuras de Alex Colt y sus amigos, hay que leerse La batalla de Ganímedes y El secreto del Zark.
Aunque no recomendaría la lectura recomendable para ningún curso de Primaria o para 1º o 2º de la ESO al tratarse de un libro demasiado sencillo, que no va más allá de los valores de la amistad y la oposición a los abusones, su principal (casi único) atractivo es el placer de pasar páginas, por sí que es una muy buena opción para esas lecturas voluntarias, gracias a su dinámica tan adictiva y entretenida, y por supuesto una opción muy recomendable para que forme parte de la biblioteca escolar.
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