Game of Thrones. S06E03. Oathbreaker

Contiene spoilers 
(y la imagen es uno de ellos...)
(09/05/16)
¿Por dónde empiezo yo? Pasan tantas cosas y me parecen tan importantes que luego corro el riesgo de tratar de reseñarlo todo sin descanso ni concesiones. El nivel de intensidad es tal que apenas hay respiro. Salvo la escena más relajada de la "conversación" de Tyrion con Missandei y Gusano Gris y el vahído del Maestre Pycelle al descubrir que su mencionado sir Gregor le había escuchado, la tregua no existe. La nuestra es la mirada casi desencajada de Davos (genial cuando le responde a Jon que tras haber fracasado tiene que volver a fracasar más veces) y de la propia Melisandre, que vuelve a recuperar algo de esperanza, pese al "nothing" de Jon cuando le pregunta lo que vio después de morir.

Eso sí, antes de nada, me gustaría elucubrar sobre el título: "Oathbreaker" viene a significar algo así como "el incumplidor de juramentos" y si nos atenemos a ese vibrante final en el que Jon, después de ajusticiar por su propia espada a los traidores de Thorne y Olly, anuncia "My watch has ended", podría pensarse que el juramento de la Guardia de la Noche es al que se refiere el título, aunque un repaso a dicho juramento nos hace ver que no es así: 
Night gathers, and now my watch begins.
It shall not end until my death.
La muerte de Jon hace que ese contrato haya expirado, por así decirlo, de modo que podríamos suponer, ya que Brienne y su espada guardajuramentos no ha aparecido, que hace referencia a la visión (o visita) de Bran y el (inoportuno) Cuervo de Tres Ojos sobre el pasado en la que aparece un joven Ned (mezcla entre Légolas y Barney Stinson) a punto de entrar en la Torre de la Alegría donde a Lyanna se la oye gritar (¿está pariendo?), una vez que su amigo el lacustre Howland Reed (interesante y perturbadora la teoría sobre que el Gorrión Supremo sea él) haya apuñalado por la espalda a sir Arthur Dayne, la espada del Alba, que estaba apalizando a nuestro añorado Stark. ¿El juramento incumplido es el que está por llegar? Es decir, Ned es conocido por su honorabilidad y su rectitud, y aquí vemos cómo ha falseado los recuerdos para quedar como un héroe que no fue, pues actde manera taimada y vil frente a un adversario superior, tal y como le había reprochado al mismo Jaime Lannister. Si no juró mentir, faltaría poco y ese juramento de decir siempre la verdad lo iba (o irá) a romper al proteger el secreto de su amada hermana.


Al margen del título, en este episodio vemos la creciente importancia de los hasta ahora vapuleados Stark: Jon abandona la Guardia y como mínimo tiene vía libre para reconquistar Winterfell con los salvajes (esperemos que encontrando de por medio a Sansa, que sería la que gobernase el Norte); a Bran le confirma el Cuervo, de mil años de edad y ligado al árbol, que él será fundamental (por algo le ha estado esperando todo ese tiempo) y por eso lo tiene que saber TODO; y Arya ha superado las duras y difíciles pruebas del Dios de las mil caras. Ya es una No one que contrarresta los ataques de Waif y que está dispuesta a ampliar su lista de asesinados. Parece que Jaqen está interesado en que crezca, o simplemente están dándole más herramientas a Arya para que sea una asesina letal. Las escenas en la Mansión de Blanco y Negro fueron emocionantes, sobre todo cuando le da de beber el agua que debería haberla matado y que simplemente hace que recobre la vista. 



Quien lo tiene peor ahora es Rickon, a quien casi habíamos olvidado y a quien suponíamos (creo recordar) de camino al Muro con Osha y Peludo, y que ahora está prisionera de Ramsay, gracias al en teoría fiel a los Stark Smalljon Umber. La cabeza cortada del huargo ha sido un duro golpe, como fuerte ha sido la sorpresa de ver al Stark de nuevo. Ojalá sea una trampa. Ojalá sea una trampa...


Danaerys, la otra gran candidata al Trono de Hierro de momento está bloqueada por los Dothraki en Vaes Dothrak. Incluso el peor de los escenarios para ella, quedarse hasta que muera allí con las otras viudas de los khales, es una quimera, puesto que aún no se ha decidido si se merece la muerte por no haber ido directa allí. Es de suponer un rescate con muchas llamas y al menos un dragón, puesto que sus dos caballeros no tendrían nada que hacer contra el ejército de salvajes.


Sin el rango de los descubrimientos ya mencionados, el haber conocido la identidad de los pajarillos de Varys ha sido muy interesante. Niños mendigos y no un cúmulo de desconocidos espías que urdían la red de contactos del eunuco y que ahora están controlados por el insondable Qyburn. Lo que aún no está bajo el control de Cersei y Jaime es el Consejo, impulsado por la fiereza de lady Olenna, cuyas pullas siguen siendo incendiarias. Ni la mole intimidante de la Montaña ha hecho que tomen en consideración el contraataque que quieren los Lannister para vengar a Myrcella y poner en su sitio a Dorne. Eso sí, parece que Cersei vuelve por sus fueros. Tendrá que echarle un ojo a Tommen, al que el Gorrión Supremo le tiene comida la oreja.



Para ir acabando, hemos vuelto a dejar las Islas del Hierro al margen, aunque hemos vuelto a saber de Gilly y de Sam, de camino a la Ciudadela de Antigua, previo paso por Colina Cuervo para dejar a salvo a la salvaje y a su hijo. En definitiva, un estupendo capítulo y aunque las respuestas no llegan de forma clara, se abren los caminos para esbozar preguntas y trayectorias más definidas. Al margen de los muchos y ya conocidos aciertos de GoT, la trama de Bran con estas visiones del pasado nos está enriqueciendo todavía más el panorama. Por su parte, la insistencia de Edd el Penas (posible futuro Lord Comandante) sobre si Jon sigue siendo el mismo que antes de morir (tienes los mismos ojos castaños) parece indicar un posible conflicto interior en este fundamental personaje. Llevamos sólo tres episodios, pero ya hemos vibrado como si lleváramos más. 

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