(AMC. 10 episodios: 15/02/16 - 18/04/16) |
A fuego lento se cocina una gran serie. Se veía venir en la primera temporada y los mismos destellos existen en la segunda. Tiene pinta Better Call Saul de no desmerecer los méritos de Breaking Bad y eso son palabras mayores. Puede que esté dentro de los cánones para muchos de serie lenta o aburrida, con un cliffhanger, por ejemplo, que está alejado del efectismo de otras, pero la calidad de la producción (qué maravilla de colorido en los flashbacks oscurecidos, los flashforwards en blanco y negro y la fotografía del icónico desierto de Alburquerque) y la profundidad de los personajes la hacen única.
Si hubiera que reducirla a un tema, volveríamos al tema recurrente de BB, la imprevisibilidad de las consecuencias que tienen nuestras acciones. Si bien la trama de Mike por momentos nos acerca más al mundo de la mafia de las drogas y es más espectacular, la de Jimmy nos ofrece más aristas, además de explicarnos la transformación del pequeño de los McGill en el abogado que conocimos, Saul Goodman. Añadamos los guiños a la "serie madre" que hacen la delicia de los fans y tenemos una maravilla que se nos queda corta.
Contiene spoilers
Jimmy, contra todo pronóstico dado el final de la primera temporada, acepta el puesto en el prestigioso bufete de Main, pese a que no encaja como no encaja su envase de café en el Mercedes que le regalan, o no es capaz de dormir bien en el lujoso piso que le conceden. Jimmy es un genio para llegar a los lugares por senderos intrincados o más controvertidos. Su pasado timador es fácilmente aplicable a la abogacía, pero lo gracioso es que sus prácticas ilegales no impiden que sea un hombre honrado, al contrario de su legalista hermano, el cada vez más despreciable Chuck. Por eso personas como Omar o como Ernesto, currantes sin más, se posicionan siempre a su favor.
Jimmy está demasiado influenciado por Kim. Han iniciado una relación y es capaz de cualquier cosa por ella. Si su hermano es la primera fuerza motriz para comprender por qué Jimmy termina siendo el abogado del diablo, el (des)amor posiblemente sea la otra gran fuerza. Esa historia a la fuerza tiene que acabar mal, y todos los esfuerzos de este hombre para ser feliz, según vemos en ese futuro (imaginamos post BB) en la cafetería, están abocados al fracaso.
Kim gana en protagonismo. El casi acoso laboral que sufre por parte de Howard (este hombre suele sortear cuando menos te lo esperas esa imagen estirada y tiránica), tras la "cagada" de Jimmy al grabar un anuncio para su caso, da con sus huesos fuera de HHM, sorpresivamente no a un bufete rival, sino con Jimmy, aunque con las condiciones que impone la rubia, que fue capaz de salir adelante ganándose al banco Mesa Verde, aunque la genialidad (y mala baba) de Chuck al final se lo levantara. Genialidad contrarrestada por la obra maestra de cambiar números, a su vez, en el episodio final, "contracontrarrestada" por Chuck.
Los flashbacks, en este sentido, dejan muy mal parado a este lunático hombre obsesionado con la electricidad. La envidia y los celos prevalecen a su éxito como abogado. No soporta que a su ex mujer le cayera bien, tampoco que su madre, en el último estertor de su vida, llame a Jimmy. Este, por su parte, ha de decidir qué quiere ser en la vida: o lobo, o cordero. Una extraña mezcla de ambas entidades reside en él, por más resuelto que esté a no dejarse comer por otros. Su compasión puede con él, como se puede ver en la copistería. Mientras uno corre en su auxilio cuando ve que se golpea la cabeza, el otro no cabe duda de que es capaz de denunciar a su propio hermano e incluso los "haters" de Skyler consideran que esta es un ángel en comparación.
Por su parte, Mike cada vez está más metido en los líos de los Salamanca. Ver a Héctor Salamanca alejado de su silla de ruedas y de su campanita resulta chocante da muestras de lo gran actor que es Mark Margolis. El chantaje para reducir la pena de Tuco pondría nervioso a cualquiera, pero no a nuestro venerable abuelo. Vaya sangre fría y vaya par que tiene este abuelo amoroso, que no se deja amedrentar ni por la visita de los dos hermanos mudos que con tanta saña persiguieron a Hank.
Las veleidades de su nuera le empujan a meterse más en un mundo que le produce casi náusea. Primero como guardaespaldas de Daniel 'Pryce', el tontaco del Hummer, luego haciendo negocios con Nacho. Su plan para quitarle de en medio a Tuco tiene tantas complicaciones que acaban asesinando a varias personas que no entraban en sus cálculos, algo que a Mike le disgusta sobremanera. Dispuesto a vengarse, impacta el final con ese claxon sonando y la nota ("Don't"); lo cual, unido a que algunos seguidores de la serie ven un anagrama oculto en los títulos de los episodios de la temporada, hacen pensar en la inminente llegada de Gustavo Fring, quien no debería de estar muy lejos de aparecer.
Lo peor de esta segunda temporada es que haya terminado ya, y de una manera demasiado abrupta, casi como si quedara aún otro episodio por ver y disfrutar. Un año queda para ver adónde va a parar la grabación de Chuck y la autoría de la nota dirigida a Mike y esa es la peor noticia de todas. De momento, nos tendremos que conformar con que las actuaciones han sido estupendas y este universo tan conocido es tan rico como estupenda ha sido la manera de encajar el pasado de dos personajes secundarios en Breaking Bad.
Las veleidades de su nuera le empujan a meterse más en un mundo que le produce casi náusea. Primero como guardaespaldas de Daniel 'Pryce', el tontaco del Hummer, luego haciendo negocios con Nacho. Su plan para quitarle de en medio a Tuco tiene tantas complicaciones que acaban asesinando a varias personas que no entraban en sus cálculos, algo que a Mike le disgusta sobremanera. Dispuesto a vengarse, impacta el final con ese claxon sonando y la nota ("Don't"); lo cual, unido a que algunos seguidores de la serie ven un anagrama oculto en los títulos de los episodios de la temporada, hacen pensar en la inminente llegada de Gustavo Fring, quien no debería de estar muy lejos de aparecer.
Lo peor de esta segunda temporada es que haya terminado ya, y de una manera demasiado abrupta, casi como si quedara aún otro episodio por ver y disfrutar. Un año queda para ver adónde va a parar la grabación de Chuck y la autoría de la nota dirigida a Mike y esa es la peor noticia de todas. De momento, nos tendremos que conformar con que las actuaciones han sido estupendas y este universo tan conocido es tan rico como estupenda ha sido la manera de encajar el pasado de dos personajes secundarios en Breaking Bad.
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