(10/05/15) |
Ya tenemos la mitad de la temporada despachada. Sí, esto va muy deprisa, aunque en ocasiones no lo parezca. Sólo habría que hacer un repaso por todos los personajes para ver cuál era su origen y ver dónde están ahora (los que están). De los más significativos en este capítulo, podríamos hablar de un Jon Snow bajo el ala de Ned Stark, a la sombra de sus hermanos, de una atemorizada chiquilla Daenerys por culpa de su energúmeno hermano, un Tyrion despreocupado (aparentemente) y sin muchas más pretensiones que llevar un estilo de vida hedonista o una Sansa soñando con ser reina algún día. Varios años después (he perdido la cuenta), cualquier parecido con este punto de partida es mera casualidad.
Si no has llegado hasta el quinto episodio de esta quinta temporada, ya puedes ir cambiando de página, que llegan los spoilers.
Lejos de Kingslanding, sin referencia al aprendizaje de Arya ni los avances de Jaime y Bronn, el centro de atención se concentra sobre el Muro, Mereen, Winterfell y una maravillosa Valyria, una ciudad devastada pese a haber sido en el pasado el centro de la civilización. En las escenas (de las más vibrantes) que tienen a Tyrion y sir Jorah como protagonistas, vemos el alcance de la producción de una serie sin parangón en la tele, con unos escenarios que más quisieran muchas superproducciones.
En cuanto a los hechos más impactantes, habría que acudir a Mereen. Daenerys sería un foco de portadas y titulares de estar en otra época más actual. Primero porque alimenta a sus hijitos escamosos con un par de nobles para aplacar su ira, recordando que esta mujer rubia desciende directamente de Aerys, el rey Loco. Y es que la emboscada de los traidores enmascarados, que ha costado la vida al bueno de Selmy y heridas graves a Gusano Gris (sobra esa historia de amor con Missandei, creo que este personaje podría tener más relevancia al margen de este eunuco, como demuestra en el único consejo válido que le aportan a la Khaleesi en mucho tiempo). Y segundo porque se saca de la manga un matrimonio sorprendente con uno de los nobles de Mereen para fortalecer su posición allí. Veremos cómo se lo toma Daario...
El Muro es otro foco de acciones importantes, aunque puede que pronto se quede vacío y haya un desplazamiento del interés. La guerra entre Stannis y los Bolton parece inminente, más ahora que las tropas del primero por fin abandonan Castle Black. Hablando de titulares, Aemon aporta el principal del episodio, y que da nombre al título: matad al chico y dejad al hombre. Por eso, la decisión que toma el nuevo y joven Lord Comandante es pactar con los salvajes (vía Tormund, poderosa la escena que comparten) para que puedan cruzar las murallas del Muro. Más vale tenerlos de aliados que convertidos en muertos congelados contra los que luchar. Aunque parece una decisión muy acertada, divide mucho a los Hermanos Negros, que no olvidan las rencillas pretéritas y recientes.
Otra escena que me ha gustado es la de Stannis con Sam, al que anima para que siga leyendo y así puedan vencer a los White Walkers. Stannis está de dulce últimamente, primero mostrando su humanidad con su hija, y ahora recordando que la principal amenaza no late, sino que mira con ojos de un azul inquietantemente muertos. El punto de ternura vuelve a recaer en Shireen, a quien Davos le pide que le proteja durante el asedio a los Bolton.
Otra frase potente la pronuncia Sansa (¿por fin este personaje dará un puñetazo en la mesa?), a quien le vuelven a recordar que tiene más aliados de lo que piensa. Ni corta ni perezosa, ante las bravatas de Ramsey (el hijoputa número uno de Westeros), suelta que no es extraña entre esos muros que ama, sino entre las nuevas personas que lo habitan. De todas maneras, que se ande con ojo, porque del sádico psicópata hijo de Bolton se puede esperar cualquier burrada, ¿verdad, Theon/Hediondo? Ojalá que algún resto de dignidad o de valentía pudieran germinar y vencer el cerval pánico que le inspira su amo, y ayudar a la pelirroja Stark a librarse del yugo de estos tiranos. Ah. Volver a la torre con Sansa donde Bran cayó ha sido como mínimo emocionante.
Por último, en el trayecto de la gran pareja que pueden formar Jorah y Tyrion, el ataque de los Hombres de Piedra aporta el punto más emocionante en cuanto a acción. Aunque parece que ambos salen ilesos del ataque, Jorah resulta que ha sido tocado por esta especie de pétrea lepra. Sigue ese viaje que puede deparar uno de los encuentros más interesantes de la serie, el que reuniría a Daenerys con Tyrion. De momento, este ya ha quedado boquiabierto al ver el egregio vuelo de Drogon.
Comentarios