(27/04/15) |
Si no has visto el episodio 3, abstente de leer esta reseña:
¡contiene spoilers!
Podría haber elegido para este episodio otras imágenes, pero el nombramiento de una reina merece tener ese honor. Ya que el trono de Poniente es el único que me interesa, y ya que Margaery ha jugado sus cartas estupendamente, no quedaba otra. Eso sí, yo que ella no vapuleaba tanto a Cersei, el personaje que me ha desconcertado en este episodio:
¿Es consciente de que su poder e influencia van a ir menguando hasta desaparecer, y por eso se contiene cuando recibe las afrentosas carcajadas de la cohorte de Margaery, amén de los vítores del pueblo y del distanciamiento de su pequeño? ¿Es sincera en su acercamiento al Gorrión Supremo (vaya nombre, menos mal que se mofan ellos mismos de eso) cuando habla de que la fe y la corona son los pilares de los Siete reinos? Me inclino más bien en pensar que está preparando su siguiente jugada. Vale que no es la más sutil en este juego y que muchas veces mete mucho la pata, pero yo diría que se está procurando aliados para cuando dé un golpe en la mesa. No debería tardar. Por más esplendor que Lena Headey le aporte, los años pasan y pesan. Y su contrincante se ha ganado al imberbe y fogoso nuevo rey, y al pueblo, y quién sabe si no intentará influir más en el Consejo.
Por otra parte, o bien Qyburn maquina a las espaldas de Cersei (algo poco probable), o bien esta se guarda otro as en la manga. Un as de tamaño considerable, algo así como un Frankenstein con el cuerpo de una Montaña y la cabeza de un enano parecido a Tyrion.
De maquinadora a maquinador, y tiro porque me toca (además, ambos se escriben). Otra de las jugadas efectistas del episodio ha sido la de Meñique, que entrega a Sansa ni más ni menos que a los Bolton. Cuando habla con lord Bolton, menciona la ambición, la que tuvo Roose Bolton al matar a Robb para hacerse con el Norte, la que está teniendo él para desafiar a los Lannister y dar fuerza a un eje que en el futuro puede dar mucho de sí. La última vez que el Norte y el Nido de las Águilas se unieron derrocaron a la dinastía más poderosa de Poniente... De momento, lord Baelish ha demostrado que si hay que apostar por alguien, sus maquinaciones son las que se han llevado la palma.
Los sapos y culebras que ha tenido que tragar Sansa son incalculables. Esos segundos de vacilación en los que cualquier mortal hubiera escupido primero y apuñalado después al asesino de tu hermano y de tu madre reflejan esa tensión. Y si ya fuera poco eso, encima le dan la mano de Ramsey, el mayor hijo puta del reino (de todos los reinos), incluso por encima del finado Joffrey. Nos gustaría creer que el Norte recuerda, o que Hediondo una vez fue Theon y tuvo aprecio por los Stark, o que Sansa ha madurado mucho y no es la misma estúpida que se prendó de un psicópata o se fió de una borracha muy hermosa, pero los acontecimientos nos han enseñado a preocuparnos del sino maldito de los Stark. Está cerca Brienne, eso sí, que alguna vez habrá de quitarse el mal gusto de que no se muera quien ha jurado proteger.
Por eso del destino aciago de los Stark, entre otras razones, Arya desea convertirse en Nadie. De momento poco está transcurriendo en la Casa blanca (y negra), pero ese guiso tiene que madurarse a fuego lento. Primero hay que deshacerse de la identidad propia, y esconder a Aguja entre las piedras a lo mejor es una concesión sentimental que la poco niña ya puede permitirse.
Queda por referir el secuestro de Tyrion por parte de sir Jorah en un prostíbulo (donde una Khaleesi fake se hace de oro, y eso que sólo la versión original es la que merece la pena) y que Jon Snow se hace mayor y se hace admirar. Rechaza los ofrecimientos de Stannis para reinar el Norte escudándose en su puesto y administra justicia con inteligencia (le sale la jugada de darle un buen puesto a Alliser Thorne) y como vio hacer a su padre, mandoble en mano (y un capullo menos, Janos Slynt no se merecía la piedad que reclamaba). Eso sí, parece que le ha hecho mella el discurso de Davos, quien impele al antes desesperante y ahora más acertado Jon, y puede que lo veamos si no tomando partido por un rey, sí evitando la injusticia en el Norte. Otra posible ayuda para su hermanita...
En fin. Otro gran capítulo y esto no está haciendo más que comenzar...
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