(Showtime. 10 capítulos: 08/10/2014 - 22/12/2024) |
Contiene spoilers
La historia de la infidelidad entre dos casados y la investigación por la muerte de un hombre son las líneas básicas de esta primera temporada de The Affair que ha tenido en el perspectivismo su principal aliciente. Las distintas versiones que nos ofrecían Noah y Alison son de lo mejorcito que hemos podido ver en nuestras pequeñas (o no tan pequeñas) pantallas en la temporada otoñal. Aunque empiezan a verse algunas grietas en esta narración a dos bandas, el valiente cometido ha merecido la pena. Veremos si da para alargarlo más en la segunda temporada (miedo me da Showtime), sobre todo ahora que nos hemos quedado con las espadas en todo lo alto.
Extraña es la poca simetría que ofrecen las dos partes con las que nos obsequian en cada episodio: primero la de Noah (salvo en el capítulo 9, que empezamos con Alison) y luego la de ella. Y digo extraña porque pasamos de pequeños detalles alterados en cada versión (ropa diferente, comentarios puestos en boca de otro, insinuaciones...), lo cual habla de cómo cada persona percibe la realidad de una manera, a cambios integrales en cuanto a lo que sucede, como ocurre en ese último episodio que no termina de aclararnos algunos de los misterios que rodeaban esta historia. El mayor mérito es mostrarnos una realidad poliédrica, cambiante, con muchas aristas, bien distinta según sea el punto de vista desde el que se mira.
Lo principal es que la construcción de los personajes es muy convincente y bastante sólida. Se nos cuenta este affaire respetando los tiempos: primero la introducción, la introducción en este caso del coqueteo, de la atracción, del interés mutuo que se despiertan los protagonistas; luego el desarrollo de la relación, que va avanzando de manera progresiva y por momentos parece una historia más de sexo ocasional y por momentos va más allá; y para acabar, el desenlace, que casi llega en el capítulo 9 cuando Alison, en la estación de tren, decide abandonar tanto a su marido como a su amante, aunque lo cierto es que el desenlace está lejos de llegar.
Noah quizá es el personaje más difícil o más desagradable para el espectador. Profesor de instituto, escritor de una novela que pasa sin pena ni gloria, proveniente de una familia humilde, por lo cual debe tragar que los gastos principales corran a cargo de los odiados padres de Helen. Este hombre en principio intachable (como da muestras en la piscina, al poco de comenzar la serie, muy bueno el décimo episodio al volver a mostrarnos una escena similar) está casado con una esposa alegre, inteligente y divertida y es padre de cuatro hijos (solo Whitney tiene un cierto calado), parece encapricharse de una camarera en el pueblo de los padres de ella, donde pasan las vacaciones de verano. Da la impresión de moverse por el egoísmo y por la necesidad de estímulo sexual, por lo que muchos atacan su falta de moralidad y no se paran a pensar que mejor valdría no juzgar alegremente. Noah es muy voluble con respecto a Helen y con respecto a Alison, pero parece un tipo íntegro. Digo parece porque la investigación del detective Jeffries puede indicar lo contrario. El capítulo 10, con el auxilio quizá excesivo de un par de canciones para mostrarnos un resumen de los cuatro meses posteriores a la separación de su mujer (lo mejor es cuando en esa especie de castigo por escándalo público completa su novela de éxito), no hacen sino hincapié en la necesidad de libertad de cualquier persona de mediana edad. No identificarse con él sería negar la realidad.
Alison tiene más margen en cuanto que arrastra tras de sí la pérdida de su hijo pequeño, Gabriel. Está devastada, destruida, desolada y deprimida, y en circunstancias así es complicado no culpar a tu marido de la situación. Por más Cole atractivo y comprensivo que tengas a tu lado (muy bueno cuando Whitney le espeta que por qué se acuesta con un viejo teniendo un marido tan "hot", creo que algo en el pensamiento de más de uno/a). Quizás el punto más difícil de asumir o de perdonarle es cuando se acuesta con Oscar, ese jefe capullo e inoportuno al que dan ganas de romperle la cara cada vez que abre la boca (aunque luego se porte bastante bien con ella, todo hay que decirlo). Ruth Wilson lo borda con ese punto exacto entre melancolía, desvalimiento y sensualidad. Pronto queda bastante claro que ella está enamorada de Noah y que no hay retorno respecto a su marido. No duda en revelar la verdad cuando podría optar por callarla y al final Athena, su alocada madre, tiene más razón de la que daba la impresión, al contrario de lo que pasa con su suegra, Cherry.
Las parejas burladas son bastante secundarios. Tanto, que a veces he pensado que la segunda temporada será vista desde su perspectiva, y más si tenemos en cuenta que no son actores desconocidos y que Maura Tierney y Joshua Jackson perfectamente podrían dar la alternativa a los protagonistas indiscutibles de esta primera tanda. Cole resulta un poco difícil de creer si se mantiene la visión íntegra de él, un tipo enamorado pese a que con la muerte de su hijo podría haberse debilitado ese amor, como le sucede a Alison. La mayor cagada de la temporada viene en el asunto del tráfico de drogas por parte de los Lockhart que no dura más de un episodio y medio. No venía a cuento. Helen es todavía menos importante. De los cuatro es con diferencia la que queda más descolgada. Inocente y confiada, solo cuando los hechos se destapan se da cuenta de lo estúpida que ha sido. Pese a todo, en un arranque de patetismo, es capaz de perdonar a Noah con tal de que vuelva con ella. A pesar de que muchos pensemos entonces algo así como un "quiérete un poquito", se la puede entender.
Una de las dudas que te sugiere The Affair es cuál de los dos protagonistas se ajusta más a la verdad. Visto el final, opto por situarme en una postura en la que ambos mienten para protegerse. En este punto, me da miedo que lo que en principio tiene la pinta de incongruente acabe siéndolo. Me intento explicar, que no es fácil: la narración de la historia viene a raíz del interrogatorio de Jeffries. Estamos en un presente en el que Noah es un escritor de éxito y Alison, con el pelo más corto, madre de una hija pequeña. Se rememoran las vivencias del verano en que los dos se conocieron, pese a que la muerte que se investiga (cuya identidad descubrimos varios capítulos después) llega después, no sabemos muy bien cuándo. Las pesquisas del detective dejan claro que tanto Noah como Alison mienten y encubren algo, pero el problema es que en el momento en el que descubre una grieta no se produce dicha muerte. ¿Para qué tanto énfasis en encontrar la demostración de la mentira si el presunto asesinato viene más tarde?
Aunque para pregunta, la que me surge al final: ¿por qué tantísima diferencia entre el punto de vista de Noah y de Alison (sobre todo en el episodio 10), y más cuando no tiene aparentemente relación con el asesinato? Sea cual sea la respuesta, habrá que esperar a la segunda temporada. Aunque fallo como una escopeta de feria con mis pronósticos (solo hay que ver quién pensaba que sería el muerto en mi análisis del piloto), creo que Noah es inocente y que la prueba circunstancial de la grabación es endeble y se puede defender que se puso nervioso y trataba de no parecer culpable. Solo movido por la ira se muestra violento, aunque es cierto que calculador ha sido en alguna ocasión. En principio Alison queda más lejos de las sospechas, pero podrían darnos alguna sorpresa en cuanto a motivos para quitarse de en medio a Scotty (hala, al final lo he soltado, menos mal que avisé de que había spoilers).
En fin. Me quedo con ese juego de perspectivas, como digo. Con esos personajes ambiguos. Con ese universo que respira realismo. Con esa atmósfera por momentos erótica, sensual y sugerente. Con los pocos momentos en que decae la historia. Con esos actores y actrices que están estupendos. Con ese "Container" de Fiona Apple imposible de encontrar en Spotify en la intro. Uno de los mejores estrenos de esta temporada, sin duda.
Comentarios
http://seriesanatomy.blogspot.com.es/2015/01/las-diferentes-caras-de-la-moneda.html
Saludos!