(CBS. Temporada 2: 01/07/2014 - 23/09/2014) |
Sí, ya sé que el póster elegido no es muy representativo de la segunda temporada. Pero visto el final que tiene, ¿y qué? Como si pongo a Linda, que también muere a las primeras de cambio (aunque ella es más fea e insoportable, estaba más justificada su muerte...). Eso me pasa por haber vuelto a incurrir en el error de no abandonarla en la primera, tal y como habría que haber hecho. Te dices que es verano, que puedes incurrir en el pecado de seguir alguna serie de ver y olvidar (tipo True Blood), pero cualquier reposición o recuperación de alguna serie que no viste en su momento es mejor que eso.
Lo que ocurre bajo la cúpula es un cúmulo de despropósitos. Las vueltas y revueltas en torno a Big Jim (después de ver Breaking Bad, qué penita me da que Dean Norris esté envuelto en este turbio personaje cuyo final en plan Big Foot, tambaleándose con un agujero en el pie y otro en el pecho, lo resume todo) son proporcionales al desaguisado con otros personajes, como los que introducen a calzador para esta segunda temporada, tipo Lyle (alias barbero de Sevilla) o tipo Sam (Eddie Cahill), que es malo, pero es enfermero o algo así y cura a gente, aunque no reconoce a su ex novia del instituto pese a que no ha cambiado en no sé si veinte o veinticinco años.
De nuevo, no voy a colgar el cartel de contiene spoilers como en alguna otra donde no importaba demasiado (ahora no recuerdo cuál era) porque lo que contiene esta serie son monumentales chorradas. No por esa cúpula que es casi más racional que muchos de los sujetos que caminan por debajo de ella, ni por esas inconsistencias de "soy bueno, pero ahora malo, y luego regular" o "confía en mí, que haré que desconfíes". Es todo. Es san Barbara, es santa Julia, es bipolar Junior, es cada vez pinto menos Joe por más listo que sea, es Norrie "deja de besar a mi novio, bruja", es la tontería de las cuatro manos...
Qué se puede esperar cuando la salida está en una gruta que empieza en la taquilla donde asesinan a Angie y que da a parar a un parque de Zenith, donde, oh, sorpresa, está Pauline, la madre de Junior, y viva (total, para lo que luego hace, pintar cuadros premonitorios y dar lugar al reencuentro madre-hijo más emocionante desde que Marco encontró a la suya en los Apeninos...). Y también el padre de Barbara, que es más malo que Big Jim hasta que quiere ser más bueno que santa Julia, cuando se entera de que Melanie (Grace Victoria Cox al menos tiene ojos bonitos) está viva (viva después de haber muerto varios años antes, pero sacarlo así fuera de contexto hace que suene más ridículo de lo que es). Y una puerta roja que devuelve a los que han salido a Chester Mills.
Lo de los secundarios es de traca. Me quedo con el gran Phil, que empezó de locutor, pasó a ayudante de policía, luego a ser el esbirro de Big Jim, para recalar en prisión y de ahí a acabar ensartado en la gruta después de que Big Jim tirase el huevo por el agujero (porque sí, hay un huevo, y no de pascua, este brilla..., y grita). Solo la calva y los cuatro pelos que le quedan a Lyle le pueden hacer sombra, junto con el beso de Joe y Melanie, que está más salida que el pico de una mesa y que luego busca tema con Junior-el amor de mi vida es Angie, pero si te me cruzas por medio, a lo mejor la olvido...
Y todo podría perdonarse (total, se iba a olvidar en breve), pero llega el capítulo final, ves la luz del túnel, o el agujero donde escaparse de esa cúpula que solo lleva dos o tres semanas pero que parece que nos acompaña desde hace dos años (y sin parece). Llega la travesía cual Noe cruzando el agujero que parecía enorme pero valía con dar un salto y para eso no se necesitaba ni escalas ni cuerdas. Llega la encrucijada que se resuelve gracias a la mariposa (ya no recuerdo su nombre técnico, ni me importa no recordarlo). Barbara es el elegido (como si no lo supiéramos ya). Antes, a Rebecca (Karla Crome, otra de las novedades), la profe de secundaria que podría haber ganado un Nobel, le mete un martillazo Big Jim porque no soporta que le haya dado una sobredosis (¡viva la eutanasia!) a su amada Pauline (alias Drácula tras el beso sangriento con Big Jim, que está en todas). Julia y Junior se quedan atrás porque una grieta crece. Barbara pone la mano donde se posa la mariposa. Se rompe la muralla de piedras y aparece Melanie o el espíritu de Melanie o la poseída de Melanie (da miedo cuando dice que vayan hacia ella). Y ahí se queda. ¡¡¡Ahí se queda!!!
Si la cúpula necesita de una tercera temporada, por ahí ya no paso. Dejé The bridge por mucho menos el año pasado. Para mí, tanto como si la renuevan como si no, ese ha sido el final que no ha sido final... Mi cupo de insensateces (que no he desarrollado mucho, por otra parte) ha llegado a su máximo. Stephen King, te has lucido, chato...
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