Estreno: Gotham

(FOX. Estreno: 23/9/2014)
Con Gotham no soy neutral. Si ya me parecía una pasada el tráiler, el piloto no ha desmerecido. Tiene ritmo, tiene fuerza, tiene una gran producción, tiene medios detrás, la música acompaña, la historia entre manos es imponente. No sé si harán como con Smallville, reinventándose unos prolegómenos bastante alejados de la historia original y conocida (de momento no lo parece, con el asesinato de los padres de Bruce Wayne de manera similar a las tantas veces vista), o si simplemente rellenarán los huecos que la historia de Batman deja al mostrarnos siempre la casi culminación del proceso en el que el multimillonario Wayne acaba tomando la identidad del superhéroe más oscuro (o uno de los más oscuros) del cómic.

Según mi criterio, la serie debería seguir los pasos de Año uno de Frank Miller, que nos narra la llegada de James Gordon (aprobaremos a Ben McKenzie por este inicio, aunque su físico no recuerde nada al típico Gordon con bigote y gafas) a una Gotham siniestra y doblegada por el hampa, con una policía corrupta hasta la médula, con unos dirigentes mediatizados por la enorme fuerza criminal. Gotham podría ser la distopía de cualquier gran ciudad norteamericana, o un retrato casi apocalíptico de una sociedad bastante deshumanizada como podría ser la nuestra. Sin embargo, Gotham es ese lugar que por más arruinado que parezca siempre quieres volver (o, si eres un multimillonario, quieres recuperar).

De momento, sin embargo, hay bastantes diferencias con Año uno, ya que Gordon conoce a Wayne justo en el momento en que asesinan a sus padres, por lo que hay que alterar bastante las coordenadas. Gordon es un ex combatiente y tiene prestigio (no viene expedientado de Chicago), aún no está casado con Barbara Kean, la excesivamente guapa Erin Richards. Y digo esto de excesivamente guapa además de porque la actriz es un bellezón porque casi siempre la esposa de Gordon pasaba un poco más desapercibida o estaba en un segundo plano, lo cual favorecía, entre otras cosas, la relación extramarital con una compañera de trabajo, algo que aquí parece impensable con esta mujer, que además parece ocultar un pasado turbio. 

Y por último, su compañero, Harvey Bullock (a ver cuándo dejo de ver a Donal Logue como un vikingo...), aunque inmerso en esa corrupción generalizada, parece un tipo honrado que se ve superado por la situación (no nos extrañaría que algún mafioso tuviera amenazada a una mujer, o a algún hijo o similar) y que acepta bastante mejor de lo que cabría esperar al nuevo. Esta pareja de policías tiene pinta de que puede dar mucho juego, puesto que la química entre los dos es patente casi desde el primer plano juntos. Se prevén desencuentros y disputas, pero me da que también una camadería que vencerá los tentáculos de los criminales.

Entre los criminales, de momento quien parece dominar el tablero de Gotham es Carmine Falcone (imponente John Doman), que conocía al padre de Gordon. Como aún no hay criminales psicópatas y tarados de por medio, los métodos habituales son la extorsión y el chantaje. En cambio, no me ha gustado tanto el personaje de Fish Money (Jada Pinkett Smith), una pez gordo del hampa, algo así como una de las principales sicarias de Falcone. Más que por el personaje, por la actuación. No me han convencido sus escenas (ya he leído, por cierto, que el cómico al que está probando en una audición pueda ser el Joker en un futuro, aunque esa carta deberán guardársela para más adelante).

Sí me han gustado más los futuros enemigos de Batman, sobre todo Oswald Cobblepot, alias Pingüino (Robin Lord Taylor lo caracteriza estupendamente), perdonado in extremis por Gordon. La compulsividad en la brutal paliza que le da a un secuaz de Money muestra esa violencia incontenible que se une a su intelecto privilegiado. La lesión que le provocan en la pierna y que le hace andar raro puede ser el detonante para su transformación criminal. Cuando asesina por un sándwich al salir del remojón parece que está cerca de ese momento.

Y sí, el resto de personajes del universo Batman están metidos con calzador: Selina Kyle (los ojos de gata de Camren Bicondova hablan bien del cásting de la serie) es testigo del asesinato de los padres de Bruce y luego le ronda por los tejados; Edward Nygma (Cory Michael Smith, otro que dará la talla como perturbado en vistas de su escena) trabaja como forense o algo así para la policía; Ivy Pepper (Clare Foley es demasiado pequeña como para que esta actriz dé pie a este venenoso personaje) es la hija del principal sospechoso del asesinato de los padres de Bruce; y Alfred (Sean Pertwee es el que menos me ha convencido, demasiado influjo de Michael Kayne) es lo único que le queda a Bruce (David Mazouz sí me ha gustado, tiene ese punto de oscuridad necesario en su mirada) y era imprescindible. Están metidos con calzador, sí, pero quién no quería ponerles cara cuanto antes...

Lo dicho: buen piloto, buena selección de actores, y con el aliciente del universo de Batman de fondo, esperemos que Gotham no nos defraude y se convierta en una sucesión temporal sin más de los prolegómenos a este superhéroe, sino que esté lleno de negros y grises.


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