(BBC. 6 episodios: 06/02/14 - 13/03/14) |
De curiosa habría que calificar esta serie que para mí no pasa a ser más que un experimento no muy conseguido del todo en que cada episodio cuenta una historia que transcurre en un número 9 de diferentes viviendas. Historias independientes con dos actores camaleónicos ejerciendo de hilo de unión, Reece Shearsmith (Stu en Sardines, como amante atolondrado y frívolo del hermano de Rebecca, la que se va a casar, que es ni más ni menos que Jen, The IT Crowd, Katherine Person; Ray en A quiet night in, como uno de los ladrones en busca del cuadro de arte moderno; Tom en Tom & Gerri, como el profesor que acoge al mendigo; Jim en The understudy, como el actor sustituto; y Hector en The harrowing, como el hermano pálido de Tabitha) y Steve Pemberton (Carl en Sardines, hermano gay de Rebecca; Eddie en A quiet night in, el ladrón torpe y tontorrón; Migg en Tom & Gerri, como el mendigo que te pone de los nervios; Graham en Last gasp, como padre de la niña inválida a la que un famoso le va a dar una sorpresa; y Tony en The understudy, como el actor principal que luego será sustituido tras un "accidente"). No siempre como protagonistas, pero sí en 5 de los 6 capítulos de la temporada, pues.
Un poco en la línea de las actuales Black mirror o Dates, pero sin el componente tecnológico de la primera o el romántico de la segunda, en principio con la comicidad por bandera, aunque luego hay episodios más serios como Tom & Gerry u otros que proponen una revisión gótica o de terror como The harrowing. Por ello para mi gusto sale perdiendo en comparación con estas dos, no hay ninguna trama redonda y no aporta nada nuevo porque series con historias independientes han existido desde hace mucho.
Y si sale perdiendo no es porque la idea no sea interesante, sino porque depende de cada capítulo en sí, y a medida que transcurre la temporada, va perdiendo fuerza. Los dos primeros (Sardines y A quiet night in) son muy divertidos, el segundo con una propuesta cercana al cine mudo y ambos con un final bastante sorpresivo; el tercero (Tom & Gerri) me parece más tópico con la visión de un depresivo que se inventa una realidad y en todo momento resulta demasiado forzado (además de que Migg me pone de los nervios, menos mal que compensa Gemma Arterton pese a su papel no demasiado lucido); el cuarto (Last gasp) retoma la senda y en esa mezcla de costumbrismo y humor ácido te deja buen sabor de boca aunque no termina de romper como podría; y los dos últimos (The understudy, The harrowing) decaen bastante, con unas tramas muy manidas y sin finales que terminen de rematar el conjunto.
Al durar media hora son muy llevaderos y ayuda que sean seis capítulos. La mordacidad británica está casi siempre presente y en general entretienen y seguro que cada espectador tiene sus propios gustos a la hora de valorar cada episodio. Al desarrollarse la acción en interiores, casi tenemos la sensación de que son obras dramáticas. Muy teatrales. Poco o casi nulo cambio de escenario, actores reducidos, predominio de los diálogos (algunos cerca del teatro del absurdo) y de las situaciones que derivan de planteamientos más o menos interesantes o curiosos:
Un juego de una familia aristocrática lleva a un montón de gente variopinta dentro de un armario, dando lugar a momentos muy divertidos (Sardines); un robo de un cuadro a un señor mayor de clase acomodada, en el que el aliciente es ver a Oona Chaplin como travesti (A quiet night in); un profesor de primaria con aspiraciones de ser escritor que acoge a un mendigo que le va comiendo la tostada con sus manipulaciones (Tom & Gerri); un cantante famoso va a dar una sorpresa a una niñita enferma que muere soplando un globo (Last gasp); una pareja de actores sustitutos que, sobre todo ella, quiere prosperar (The understudy) o el último, en el que una familia Adams contrata a una estudiante para que cuide la casa aunque en realidad quieren que sustituya al demonio que lleva su otro hermano (The harrowing).
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