Estreno: Extant

(CBS. Estreno: 10/07/2014)

Llega el turno a otra propuesta veraniega y como ocurriera con The Leftovers (habrá que darle una última oportunidad con el tercer episodio), las expectativas que genera esta serie van en consonancia con las dudas que provoca. Si en la propuesta para la HBO el peligro era Lindeloff, ahora lo pone (quién lo diría en los años 80, 90) Spielberg, cuyas incursiones para televisión (y sus últimas para cine) han pecado de acomodaticias y han fallado estrepitosamente.

De momento, la garantía llega de la mano de Halle Berry, todo un seguro como ha demostrado en el piloto al caracterizar a una mujer perdida, desorientada y una mezcla entre vulnerable y luchadora. Y parece que la historia la respalda: ella es Molly Woods, una astronauta rigurosa y con mucho prestigio que acaba de regresar de una misión en solitario (bueno, con un ordenador parlante tipo Odisea en el espacio, creo que llamado Ben) de 13 meses, aunque con un regalito: lo hace embarazada, pese a sus problemas de infertilidad, motivo por el que ella y su marido, John Woods (Goran Visnjic, el doctor Kovac de Urgencias, visto por última vez en Pan Am -era de hecho de lo poco salvable, y eso que era un secundario), adoptan un niño, Ethan (Pierce Gagnon, o cómo rizar el rizo con el factor niño desagradable en serie televisiva si encima es un androide).

Más a favor de Extant: al estar ambientada en el futuro, se han currado con mucho detalle la ambientación, los efectos y esa parafernalia de un mundo avanzado tecnológicamente (por ejemplo, las tablets tienen una pantalla casi invisible, la basura se recicla por medio de una especie de tubos, los flashbacks del espacio podrían formar parte de una buena peli de ciencia-ficción, por no hablar de que hay niños-actores-repelentes que son ciborgs); la intriga ha funcionado bastante bien al mostrarnos una empresa para la que trabaja Molly con tipos inquietantes y turbios como Alan Sparks (Michael O'Neill, Bates Motel) y, sobre todo, Hideki Yasumoto (Hiroyuki Sanada, Lobezno Inmortal), que parece el "boss", recién salido de una cápsula de criogenización o quién sabe qué, y hay un misterio en ciernes que pronto se destapará.

¿En contra? Tiene pinta de que va a jugar pronto con tópicos y parece que tendrá líneas bastante previsibles, como la que afecta al niño y al padre (como mínimo jugarán con la baza de su ambigüedad respecto a Molly, al tiempo), y que seguro que acaba fundiéndose con el tema del embarazo espacial aunque de momento parezcan aspectos independientes; me da que la doctora Sam Barton, amiga de Molly, será de las primeras en fenecer (esto es intuición mía y puedo fallar, claro); y todo esto de los muertos que no lo están (el ex novio Marcus, candidato número 1 a haber fertilizado a Molly, aunque de momento haya dudas entre si es una alucinación o un espíritu cargado de simiente; o Harmon Kryger, al que se da por suicidado y llega a casa de Molly para avisarle de que no se fíe de nadie) puede derivar en tramas inverosímiles, por no hablar de que no termina de ser un capítulo redondo pese a contar con tantos aspectos a favor.

Así que aunque en general me ha dejado mejor impresión que la exasperante The Leftovers, habrá que ver si sigue un curso serio o si se conforman con ofrecernos un producto de entretenimiento sin demasiadas más pretensiones que hacernos pasar un rato, como Under the dome. Tiempo al tiempo.