How I met your mother. Temporada 9 y final (polémico final)

(CBS. 24 episodios: 24/09/13 - 01/04/14)
Contiene spoilers (claro)
... Y colorín colorado, nueve temporadas han terminado. Una serie que comenzó en 2005 y que desde entonces ha coleccionado seguidores acérrimos que no han dudado en considerar a esta comedia como la heredera directa de Friends, por fin echó el cierre. Y de qué forma. De qué polémica forma. 

Me voy a situar lejos de posicionarme a favor o en contra (mentira, lo haré). Más bien voy a declarar desde el principio que tampoco he sido un fanático de How I met, me han desesperado los personajes, empezando por el cansino de Ted, siguiendo por los pastelosos Marshall y Lily, salvando a duras penas a Robin y a Barney por sus respectivas evoluciones. Pero aguanté, sobre todo porque estamos con una serie de apenas 25 minutos de duración, y porque a veces eran originales las estructuras narrativas que ofrecían o los recursos divertidos derivados de esa perspectiva de conocer lo que ha pasado ya (hay que reconocer que es mítico -o "legen -wait for- dary"- ese "Kids" inicial de casi cada episodio) gracias a que papá Ted (y canoso) les explica a sus hijos cómo conoció a su puñetera madre.

Estamos casi todos de acuerdo en que han estirado demasiado el chicle y que nueve temporadas han sido demasiadas: demasiadas candidatas, demasiados requiebros. Esa extraña mezcla en algunos momentos de drama (la muerte del padre de Marshall, la esterilidad de Robin) y comedia echaba para atrás y vale, han intentado acercar una comedia a la realidad, pero es que hablamos de una serie con momentos casi surrealistas y disparatados, así que no cuela.

Y no cuela ese final. Sobre todo porque el principal mérito, para mi gusto, de esta novena temporada, más allá de concentrar la acción en tres días y dejar un rato el Maclaren's, era que habían introducido con habilidad a la madre. Le habíamos puesto cara y forma y hasta voz, y después de elucubrar sobre cómo sería y qué características tendría, tenía mérito que cayese bien al espectador. Era la pareja ideal para el exacerbado romántico Ted Mosby. La tal Tracy (vaya nombrecito) se introducía en las altas expectativas de todos nosotros para conseguir nuestro visto bueno. Y molaba cómo había ido conociendo a toda la pandilla.

También me estaba pareciendo bien el cierre de los últimos episodios, cómo Ted dejaba partir a Robin en esa escena visualmente un tanto rara en la que ella volaba como un globo, cómo las parejas se afianzaban con efectistas trucos, cómo se nos ofrecía una especie de tributo de varios secundarios, cómo venía un lógico distanciamiento de la pandilla. Incluso se puede aceptar que Robin y Barney se divorcien, si la última escena relevante de este con su hija es tan emocionante. Y el flechazo, y el paraguas amarillo en la estación de tren, la conversación en la que queda patente que estaban destinados a juntarse. Cómo congenian ambos. Todo cuadra, nos deja buen sabor de boca y decidimos olvidar todo el relleno que nos han metido. Puede ser un buen final de serie, pero...

Frenad. Parad. Detened el metraje. Pero no. La cosa sigue:

¡La madre enferma!
¡¡La madre palma!!
¡¡¡Y los niños replican!!!
¡¡¡¡Y no se creen que lo que les esté contando su padre sea la historia de cómo conoció a su madre!!!! 

No como nosotros, que nos lo hemos tragado con patatas desde hace 9 años, imbéciles de nosotros. Porque todo se trataba de cómo acabar con Robin, de volver a coger el saxo (o trompeta) azul y ese final, por muy distanciado que estés de How I met, es una estafa. Los guionistas nos han vendido desde el título algo muy diferente, han creado unas expectativas que de pronto ya no estaban ahí. Han hecho un Lost o un Dexter, vaya. Nos han dado material para hacer un "top three" de los peores finales de series "ever".

Comentarios

Sacha Mary Rotpirks ha dicho que…
totalmente de acuerdo contigo, no quepo de la indignacion. Por cierto, voy a seguir tu blog... esta muy bueno! un saludo!
Juliiiii ha dicho que…
Creo que la indignación le gana a los partidarios de que el final es el que tenía que ser...

¡Muchas gracias por tu comentario!
Anónimo ha dicho que…
El problema no es sólo el final, sino también el planteamiento de la 9ª Temporada, Si hubieran dejado a Barney y Robin casados al final de la 8ª Temporada y hubieran usado la 9ª , a modo de epílogo, para desarrollar lo que pasa en los siguientes años, algunas cosa hubieran sido más digeribles. Sólo algunas, porque la relación de Ted con Robin se muestra desde el principio que no va a ninguna parte y el hecho de la muerte de la madre, me parece un giro innecesario.
Puedo aceptar el divorcio de Barney y Robin y el hecho de que este acabe siendo padre soltero, pero no como lo han hecho y no gastando una temporada en la boda, con bastante relleno.
Y menos mal, que el final según los autores era una carta de amor a los fans, que si llega a ser una carta de odio ... NI TE CUENTO
Juliiiii ha dicho que…
Jajajaja, con amigos así para quién quiere enemigos... :p
Totalmente de acuerdo con tu comentario... Es que cuanto más tiempo pasa y más lo pienso, más estafa me parece el final, han jugado con el espectador, al igual que con el fan, por mucho que digan. Podrían haber sido más honestos y no haber mareado tanto la perdiz con ese final...