The Good Wife. Temporada 5 (capítulos 1-11)


Uno de los acontecimientos televisivos de esta temporada es esta serie que no deja de sorprender y que ha subido varios peldaños en el escalafón de las consideraciones para acercarse al olimpo de las grandes siempre desde su apariencia de producto de mero entretenimiento y perfil bajo (¿otra serie de abogados?), más propio de una  cadena de tele por cable que de la generalista que es, algo que en teoría debería limitar sus vuelos. Y es que, de hecho, este inicio les convierte en acreedores de colarse en la nómina de las series más importantes para cualquier premio. 

Gracias a un giro maestro en el final de la cuarta temporada, cuando Alicia recibe a Cary en vez de a quien esperábamos, Will, y gracias a la habilidad de unos guionistas que se han reinventado y le han dado la vuelta al concepto de serie al que estábamos acostumbrados, The Good Wife ha dado un salto cualitativo que la sitúa del notable alto en el que solía rendir a un sobresaliente al alcance de muy pocas, siempre sin perder su sello de identidad y su característica elegancia. 

Pocas veces en la historia de la televisión asistimos a que una serie mejore con el paso de los capítulos, al menos cuando van por la quinta tanda (incluimos en este apartado de mejora la banda sonora). Y tampoco es frecuente asistir a que los buenos dejen de serlo y pasen a ser malos. O que no estén dentro del bando de los buenos, que uno de los méritos de esta serie era mostrar los recodos de la honradez y justificar algunos recursos legales no muy legales de nuestros protagonistas.

Lockard & Gardner deja de pronto de ser el refugio donde los mejores y más carismáticos abogados se asientan para pasar a ser un nido de culebras que atenta contra Florrick, Agos y asociados. Eso por una parte. Diane, que estuvo en la cuerda floja, vuelve al redil de Will (de momento con un perfil algo más bajo), al que la traición le ha dado un estímulo inusitado. De pronto quiere ser el abogado más prestigioso e importante no sólo de Chicago, sino de todo el país, aunque tenga que contar con casi hampones como el nuevo fichaje Damian Boyle (confrontado desde muy pronto con Kalinda). En realidad, lo que quiere es tratar de superar la pérdida de Alicia. Hablo de traición, claro, desde su punto de vista, que tal calificativo no sería del todo válido, aunque está claro que la jugada de los abogados de cuarto año al irse en bloque, si bien estaba justificada por el maltrato recibido con anterioridad, no dejó de tener sus aristas.

Esta serie podría centrarse en exclusiva en esa tensión sexual no resuelta entre los dos protagonistas y daría muchísimo juego. Desde la perspectiva de Alicia puede que se trate, como decía su hermano, de procurar olvidar al que yo creo que es algo más que una atracción pasional sin más, sino un amor en toda regla, un amor que choca con su papel de esposa, de deberse a Peter, que parece redimido de sus inicios puteros por completo, aunque la suya ahora es otra liga, la del Gobernador (que al final del capítulo 11 vemos que puede tambalearse con ese vídeo), acompañado del renovado Eli, protagonista de los dos momentos más cómicos que recuerdo en una serie que no es comedia (ambos también relacionados con Marilyn Garbanza -la sexy y sugerente Melinda George, el gran fichaje de esta temporada-, que ha desmentido la trayectoria que su presencia parecía sugerir con grandes dosis de humor). 

Volviendo a Alicia, yo creo que el cambio de aires es debido a que su otra pasión, la abogacía, la puede ejercer con más libertad teniendo otro rol diferente al que su antiguo bufete de abogados le ofrecía, de ahí que me pongo en el bando de Will, que llegará a entenderlo (es de suponer), y que me gana por completo cuando, a pesar de todas las putadas que quiere dirigir contra su gran amor esquivo, recuerda en esos flashbacks emotivos y líricos momentos vividos con Alicia, con lo que su dolor alcanza cotas de tragedia.

Para redondear la jugada, faltaría un acercamiento entre Kalinda y Alicia, que en el último episodio emitido, cuando investiga el encargo de Eli, parecía que podía dar pie a, aunque de momento habrá que esperar y conformarse con las otras subtramas, que también han crecido en interés por esa confrontación entre el bufete gigante y el que da sus primeros pasos. Y con los maravillosos secundarios, claro está. Si mantienen este nivel en los episodios que restan en lo que sería la segunda parte de esta temporada, estaremos hablando de una serie MAYÚSCULA. De momento, van por el camino de conseguirlo...

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