Estreno: Sleepy Hollow

(FOX. Estreno: 17/09/13)
Contiene spoilers

El estreno de Sleepy Hollow ha venido acompañado de una notable producción: es impecable la factura del inicio, en plena guerra de la Independencia, con George Washington al frente del ejército revolucionario que lucha contra un enemigo temible al que nuestro protagonista Ichabod Crane (el británico -imagino que así consiguen ese acento inglés algo más desfasado- y para mí no muy conocido Tom Mison, al que el sentido del humor le ha acompañado demasiado pronto) le corta la cabeza y sin embargo no muere. La historia, bien conocida desde la peli de Johnny Deep, da un interesante giro para quedar actualizada a nuestro tiempo presente y eso ya le confiere un punto de interés, así como las referencias a los cuatro jinetes del Apocalipsis.

La premisa del jinete sin cabeza cabalgando a lomos de su corcel blanco inyectado en ojos de sangre entre coches patrulla actuales es un buen contraste, así como la resurrección de Ichabod 250 años después de su enfrentamiento contra este satánico enemigo. Tan solo la oficial Abbie Mills (Nicole Beharie), a punto de irse a Quantico a engrosar las filas del FBI, respaldará las extrañas declaraciones de un personaje surgido de la nada al que quieren endosar las extrañas decapitaciones de un granjero y del sheriff August Corbin (efímero Clancy Brown, otro secundario lostiano que no pasa del piloto). La química entre los dos protagonistas es inmediata y he visto muchos parecidos entre Ichabod y Castle (salvando las distancias, claro).

La trama demoniaca o cuanto menos de brujería (la mujer de Ichabod, Katrina Crane -una guapísima Katia Winter, que acabo de descubrir que fue Nadia, la novia ucraniana de Quinn en Dexter la temporada pasada, irreconocible con su traje de época y su cabello tirando a pelirrojo-, resulta ser una bruja, conectada de algún modo con el reverendo Knapp, otra pena que su cabeza haya rodado también, parecía prometedor su personaje) sugiere una confrontación entre las fuerzas del bien y del mal, al estilo de Embrujadas, aunque esperemos que nos ofrezcan algo más que esa simple dialéctica. También espero que Sleepy Hollow no se convierta en un procedimental policiaco tipo Defiance, pero con toques de magia negra en vez de futurismo. Mimbres tiene para que se imponga la trama conspirativa en la que es de suponer que la integridad de los EEUU o la humanidad estén en juego, y dependiendo del presupuesto imagino que alternaremos entre el pasado y el presente. Ni siquiera John Cho (a quien cogí manía por Go on) debería ser capaz de impedirlo (y más si su cabeza es una ofrenda más en este festival de cabezas cortadas). 

Como dice el lema de la serie, no hay que perder la cabeza de momento, pero el piloto cumple, la pareja de protas conecta, está el típico jefe que parece bueno y malo a la vez (el capitán Frank Irving -Orlando Jones-, que perdona la insubordinación de Abbie con demasiada facilidad) y que será seguramente un poquito de las dos cosas, y cuanto menos puede convertirse en un producto para entretener. De momento, cuenta con un estupendo éxito de audiencia a sus espaldas. 

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