Con un poco de retraso respecto al horario previsto, he terminado de ver tres de las series de humor más destacadas del panorama televisivo. Este es mi análisis al respecto (Contiene spoilers):
- Modern Family
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| (ABC. 4ª temporada: 27/09/12 - 23/05/13) |
Lo que se veía intuyendo sobre todo en la tercera temporada se ha confirmado en la 4ª: Modern Family se me cae de las manos. Cada vez cuesta más encontrar situaciones hilarantes, no se desarrollan los chistes como podrían y se incurre en el peor defecto para esta serie, en teoría moderna (sinónimo de novedosa): aparece el componente sentimental y se destroza el divertido efecto documental en el que los personajes se explican al margen de lo que estamos viendo. No hay nada peor que el off para ponerse ñoños, cursis y repulsivos.
En ese plan, lo que podían ser personajes que escapaban a cualquier intento de agredir la esencia de esta serie entrañable, transgresora en apariencia y divertida, ahora se dejan arrastrar: el simpático Phil Dunphy se pasa de "cool" y el contraste con la exigente Claire ya no mezcla tan bien; la exuberante Gloria no hace tanta gracia y el nacimiento del hijo que comparte con el cascarrabias Jay como que ha pasado sin pena ni gloria, y hasta Manny es siempre lo mismo; Cameron y Mitchell quedan engullidos por la desastrosa actriz que hace de Lily; y la pizpireta Haley no pega ni con cola después de su fallido paso por la universidad, en lo que ha sido uno de los peores requiebros guionísticos que se recuerdan (y mejor no hablar de lo agónico que está siendo encontrarle tramas decentes a Alex y lo mal que está creciendo Luke). ¿Lo peor de todo? Que esta serie no puede ir sino a peor. Tiene pinta de ser una opción prescindible en el futuro.
- How I Met Your Mother
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| (CBS. 8ª temporada: 25/09/12 - 14/05/13) |
De esta serie está todo dicho. Nunca ha sido de mis favoritas, pero era innegable que después de Friends era lo que más se parecía (porque me niego a considerar Happy Endings como algo con asomo de gracia). Un planteamiento original no puede dar para 9 temporadas, se pongan como se pongan. El más difícil todavía hace tiempo que perdió su gracia. El cebo de la serie, conocer a la madre que se está presentando a los dos hijos que se tragan las historias del insoportable y pedante Ted Mosby, no da para tanto aguante. Cómo conocí a la puñetera madre, debería llamarse la serie.
Lo peor es que por el camino ya no hay supervivientes. Marshall (¿por qué está adelgazando tanto este hombre?) y Lily, y más después del niño, se anulan el uno al otro; qué decir de la relación entre Robin y Barney, cuyo personaje era de lo poco salvable y ahora cada vez que dice "Legend...", te cagas en el "ary". Y el protagonista es uno de los personajes más odiosos de la historia y uno se sorprende no de que no tenga novia, sino de que haya tenido tantas: patético, lastimoso, sensibloide, no se me ocurren adjetivos positivos para él.
El final de temporada es un aviso de lo que nos espera en la última: van a recargar las tintas en el componente romántico asociado a las grandes decisiones que se toman a última hora, a la vez que harán alguna pirueta guionística, alternándola con hipérboles narrativas tan del gusto de la serie. Pero si hemos llegado aquí habrá que ver si la madre, a quien pusimos cara por fin, nos cae mejor que algunas de las novias de Ted, y veremos si supera a Robin o si esta (en lo que sería un giro que merecería la pena) se convierte en la amante secreta...
- The Big Bang Theory
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| (CBS. 6ª temporada: 28/09/12 - 17/05/13) |
Por suerte, siempre nos quedará Sheldon Cooper. Si hay una serie que no nota el agotamiento, es esta (o al menos yo lo noto menos). Es la única con la que me río a carcajada limpia, por más que esté ya todo visto y que el arco argumental de los personajes esté más que acabado. De momento, los guionistas saben introducir elementos que resultan casi siempre y que dan muchísimo juego (por ejemplo, las parejas de Howard, la pequeña y dulce -hasta que se pone a gritar- Bernadette; y la de Sheldon, la tosca, inteligente y salida Amy; veremos si se afianza la rarita que ha encontrado Raj, que parecía abocado a una relación homosexual con el tipo de la tienda de cómics, aunque de momento ha recuperado el habla delante de mujeres).
Hemos acabado de manera parecida a como suelen terminar todas las temporadas (alguno de los protas de viaje, en este caso Leonard, al Mar del Norte), pero no nos cansamos del contraste entre la guapa y contestataria Penny y el pequeño, torpe y adorable Leonard, ni de la nula empatía de Sheldon, ese cerebro brillante lastrado por su friquismo y su TOC (trastorno obsesivo compulsivo), como bien demostró Amy en los hilarantes experimentos a los que le sometió. Una serie con el capítulo en el que nuestros antihéroes favoritos se disfrazan de trekkies y les roban el coche ya merece la pena.
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