Estreno: The bridge


(FX. Estreno 11/07/13)
Otro estreno con muy buena pinta ha sido el de The bridge, basado en una serie danesa. Un buen dúo protagonista, formado por la detective Sonya Cross (una irreconocible Diane Kruger) y Marco Ruiz (de momento sobrio y bien plantado Demian Bichir), junto con las peculiaridades del caso al que se enfrentan (un cadáver aparece cortado a la mitad justo entre la frontera de EEUU y de México), así como la atmósfera entre sucia y sofocante, son puntos de partida más que interesantes. Salvando las distancias, me ha recordado un poco a The Killing en el enfoque algo caleidoscópico:

Aparte de los personajes ya mencionados, tenemos a Hank Wade, jefe protector -aunque hortera, menudas camisas...- de Sonya, a la que avisa de que está a punto de retirarse; a Charlotte Millwritght, una mujer adinerada de unos 40 años que acaba de perder a su marido tras un infarto y cuya participación parece de momento reducirse a que estaba en la frontera en el momento más inoportuno, aunque es de suponer que estará relacionada con el asesinato; a Steven Linder, un hombre que parece ser el sospechoso número uno y que cuanto menos provoca escalofríos cuando fija su mirada en algo; o Daniel Frye, un reportero que ha vivido sus mejores días en la profesión hace tiempo cuyo ego es proporcional a sus desorbitados ojos). Esperemos que no comparta con la citada serie esa manía por los giros rebuscados y las pistas falsas, y que no siga tampoco su ritmo cansinamente pausado, algo que no ha parecido en este piloto.

Otra referencia para mi gusto de The bridge vendría en el personaje de Sonya, que le debe mucho a Carrie Mathison: no por rubia ni por tener detrás a una reputada actriz, sino por esa mezcla de vulnerabilidad asociada a un carácter complejo y bordeando lo enfermizo, y que precisamente por eso constituye la base de la profesionalidad de ambos personajes. En este caso, Sonya es menos empática que Carrie, parece bordear el Asperger (es algo Sheldon), y la delicadeza no entra en su diccionario. Va a lo suyo y esos auriculares con los que se conecta a las llamadas indica su cerrazón al interlocutor que la interpela. Nadie parece estimarla ni tomarla muy en serio.

En la línea opuesta, tenemos a Marco Ruiz, que parece un policía honesto en un mundo totalmente deshonesto, algo así como un James Gordon en Batman. Seguro que conforme pasen los capítulos nos encontramos con dobleces o fisuras, pero a ver quién es el guapo que en Ciudad Juárez no se arruga o mira hacia otro lado. Si Kruger tiene que interpretar a alguien casi impertérrito, Bichir tiene que apoyarse en una reciente operación de vasectomía que lo mantiene casi doblado y que provoca una excesiva gesticulación dolorida cada vez que hace cualquier movimiento. Hemos conocido más sobre la familia suya que de la de Sonya, que apenas ha comentado la muerte de su hermana y que sin la protección de Hank esta mujer tiene poco que hacer como detective en El Paso. Da la impresión de que su esposa y sus tres hijos (sobre todo el mayor, enganchado a los videjuegos y coqueteando con la hierba) pueden ser un foco de indefensión para él.

En la adaptación americana, el acierto sin duda es haber ubicado la acción entre EEUU y México. Ciudad Juárez tiene ese halo (merecido) de ciudad sin ley, sobre todo para las mujeres, cuyos casos de muertes y desapariciones son escandalosas, con lo que está en el aire constantemente la sensación de que cualquier transgresión puede tener lugar, al menos del otro lado de la frontera.  Por lo que ese doble cadáver seccionado por la mitad no es más que un punto de inicio y lo peor está aún por llegar.

Esperemos que la parte final del capítulo, en la que el periodista Frye está a punto de explotar por los aires por una bomba en su coche, y la posterior explicación en el móvil del presunto asesino, reclamando la atención ante los innumerables casos de asesinatos en Ciudad Juárez, no derive en algo demasiado inverosímil, que esa cuota ya está bien cubierta con The following... Por lo demás, como digo, muy prometedor y recomendable.

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