(968 páginas cartoné. 90€. Año de edición: 2012) |
A veces te sorprende encontrarte con regalos como este, el que me hicieron mis alumnos a final de curso. Nada más y nada menos que esta edición de lujo de Batman, con la que he disfrutado como un enano. Se trata de la visión de uno de los autores más reputados y que más y mejor ha actualizado el mito del caballero oscuro. Dividiré la entrada en dos partes para dar cuenta de los cuatro libros que conforman este cofre: Año Uno, El regreso del caballero oscuro, El contrataaque del caballero oscuro y All Star. Al margen de estos títulos, la edición incluye la 1ª historia de Frank Miller con el personaje de Batman (Wanted Santa Claus: Dead or Alive), textos sobre Miller, esbozos y pruebas varias y un póster a doble cara: una con la ilustración que hizo el autor para Batman Black & White y la otra con la portada clásica de Dark Knight. Caviar puro para coleccionistas. Nunca podré agradecer lo bastante a mis alumnos este regalazo.
Como quiera que ya reseñé El regreso del caballero oscuro (o el señor de la noche, como rezaba la edición de los años 80), me centro sobre todo en Año uno, una delicia tanto en dibujo como en guión, y dejo los otros dos títulos para la 2ª parte.
(152 páginas) |
Dividida en cuatro libros (más una breve nota introductoria en forma de reporte periodístico-criminal y bocetos y guiones originales en los contenidos adicionales), lo primero que llama mi atención es que el protagonismo alterna de manera omnisciente entre el recién llegado a Gotham, el teniente James Gordon y el propio Bruce Wayne, que se está entrenando porque quiere combatir el crimen (todo el mundo sabe por qué). Siguiendo un orden cronológico que parte del 4 de enero, no asistimos al nacimiento exclusivamente de Batman, sino también de su mejor amigo, cuya historia le gana terreno a la del propio Wayne: un policía expedientado en Chicago que busca redimirse en el lugar más infecto y corrupto que existe: Gotham City.
Gordon choca enseguida con su compañero Flass y cabrea al comisario Loeb. Al tiempo, Bruce se va probando en los peores barrios de la ciudad, aunque con resultados poco esperanzadores. En el East End conoce a Selina y descubre que le falta a su puesta en escena algo que asuste. Algo que sí descubre Gordon, al responder con contundencia a la paliza que recibe. El capítulo 1 termina a lo grande, con un Wayne moribundo que recibe la visita de un murciélago y sabe qué es lo que le faltaba a su puesta en escena.
El 9 de abril hace su primera aparición Batman tal y como lo conocemos. Para entonces, Gordon se ha ganado una buena reputación entre la prensa y muchos enemigos entre sus compañeros. Eso sí, solo confía en la rubia y guapa detective Essen. Mientras, la escalada de las apariciones de Batman empiezan a hacer de él una leyenda. Bruce Wayne ha encontrado lo que buscaba, pero tiene que perfeccionar el método. Aun cuando no se ha acercado a Gordon y ha preferido al fiscal Harvey Dent (de los pocos no corruptos), el cómic se convierte en una cuenta atrás hasta ese momento, por más que el trabajo de Gordon gire en torno a descubrir quién está detrás de la máscara.
Una frenética persecución marca la decisión de Batman de contar con un aliado dentro de la policía. Necesita a Gordon, que está luchando contra sus sentimientos hacia Sarah Essen, a quien desea por encima de Barbara, su esposa, embarazada, lo cual acaba de conformar un aura de fatalismo que termina por redondearle y convertirle en el personaje más interesante. Selina, por su parte, se convierte en Catwoman y se cruza en un par de ocasiones con Batman. Para rematar la maravilla (tanto en dibujo como en guión) que es Año Cero, la escena en la que amenazan a Barbara y a su hijo recién nacido, con la que Batman consigue unirse a Gordon, es casi tan espectacular como la de la escapada gracias a la turba de murciélagos, por lo que cuando un loco desata el pánico en Gotham amenazando con envenenar el embalse (Joker, tan solo mencionado), Gordon está tranquilo: "Tengo un amigo en camino que podría ayudarme".
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