(22 episodios: 01/10/12 - 29/04/13) |
A día de hoy, sigo sin entender cómo esta serie, una de las más regulares y fiables de la excelente parrilla televisiva estadounidense, sigue sin ser traída a nuestra patria (y triste y cutre) televisión. Son ya cuatro temporadas regidas por la inteligencia, el saber hacer, la elegancia y la demostración de que se pueden construir tramas ocasionales y tramas a más largo plazo si la base de unos personajes sólidos te respaldan. Eso es lo que ocurre con Alicia, Peter, Will, Diane, Kalinda, Gold, Cary, por no hablar de la nómina tan interesante de secundarios (probablemente sea la serie más destacada en este aspecto: qué decir del cínico David Lee, del hipócrita Louis Canning, del excéntrico e hiperbólico Colin Sweeney, de la "tontilista" Nancy Crozier, de la oportunista Patti Nyholm, de la extensa nómina de jueces recurrentes...) que aparecen.
Todo lo anterior no quiere decir que existan altibajos. De hecho, la primera parte de la temporada ha corrido el riesgo de descabalgarse. Nunca antes un personaje ha resultado tan dañino para una serie. Me estoy refiriendo al estúpido y plano ex marido de Kalinda, Nick Savarese. Al tiempo que se nos desvelaba uno de los secretos más pertinaces -todo el pasado de Kalinda lo es-, se nos caía el alma a los pies: una mujer tan fuerte e independiente, tan hecha a sí misma, enredada con este tipo canalla, con este chulo de barrio barato. Lo siento, Marc Warren, pero has sido lo peor, con diferencia, de la historia de The good wife.
Todo lo anterior no quiere decir que existan altibajos. De hecho, la primera parte de la temporada ha corrido el riesgo de descabalgarse. Nunca antes un personaje ha resultado tan dañino para una serie. Me estoy refiriendo al estúpido y plano ex marido de Kalinda, Nick Savarese. Al tiempo que se nos desvelaba uno de los secretos más pertinaces -todo el pasado de Kalinda lo es-, se nos caía el alma a los pies: una mujer tan fuerte e independiente, tan hecha a sí misma, enredada con este tipo canalla, con este chulo de barrio barato. Lo siento, Marc Warren, pero has sido lo peor, con diferencia, de la historia de The good wife.
Por culpa de esta trama, Kalinda ha estado enmarañada y como descolocada en este primer tramo de la temporada, con lo que uno de los pilares fuertes, sobre todo en conjunción con Alicia o Cary, se bamboleaba y trastocaba el conjunto. Todo parecía repetitivo, como la enésima campaña electoral de Peter, a pesar de que Gold estaba lastrado por su posible retirada ante un escándalo electoral; los casos ocasionales no resultaban demasiado llamativos; Cary estaba en un segundo y borroso plano... Ha sido desaparecer este personajucho y todo aclararse: Peter se quita de encima los consejos del "Minigold" Jordan (T.R. Knight) y golpea con fuerza a la despreciable Maddie (Maura Tierney), mientras que Elsbeth Tascioni (genial este personaje, qué cambio de registro para Carrie Preston, a quien conocía de True blood) libra a Gold. Lástima que Kresteva, el candidato republicano, haya salido tan poco, pero Matthew Perry debía de estar ocupado con el pastiche infumable de Go on. Daba la impresión de que se le podría haber extraído más jugo y es una pena, después de Chandler no creo que haya tenido otro papel más interesante.
A partir del estupendo capítulo 14 (Red team/red blue), empiezan a coger vuelo todos los ingredientes que siempre han funcionado: Lockard & Gardner se libra del concurso de acreedores (me ha encantado el papel del interventor, Clarke Hayden, el siempre fiable Nathan Lane); Alicia se hace socia descabalgando (otra vez) a Cary; el triángulo Peter - Alicia - Will sigue su tira y afloja con la protegida de Alicia, Laura (Amanda Peet), amenazando con entrometerse con Will; Diana está tentada con un puesto gordo si Peter gana y parece que no está dispuesta a dejar pasar de nuevo el tren de su republicano favorito, Kurt McVeigh (Gary Cole); Cary está preparando su deserción a un nuevo bufete con los otros candidatos a socios de cuarto año que se quedaron a puertas de ser socios; hay una espía novata contratada por la firma, Robyn (Jess Weixler), que promete y que encaja a la perfección en la serie...
Y lo mejor de todo, sin embargo, llega al final del magnífico What's in the box, la season finale, en el/la que los abogados se reinventan sobre la marcha para defender justo lo contrario de lo que empezaron litigando, con un imprevisible y genial giro que puede poner todo del revés y abre un escenario nuevo muy interesante para el futuro. The good wife sigue siendo una opción más que apetecible y con vigor renovado para la quinta temporada.
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