(240 páginas. 8,40€. Año de edición. 2008) |
Hoyos es una novela más idealizada aún que Hay un chico en el baño de las chicas. Narrada en tercera persona con sencillez y con algunos trucos efectistas, el rompecabezas que el autor plantea al narrar un par de historias paralelas a la del gordito, torpe y cobarde Stanley Yelnats (nombre palindrómico: se lee igual de derecha a izquierda que de izquierda a derecha), que va a parar al Campamento Lago Verde por el robo de unas zapatillas que un jugador de baseball famoso había donado. Ahí la Vigilante se ocupa, junto con dos secuaces suyos, de que los chicos caven cada día un hoyo de metro y medio de alto y metro y medio de ancho como manera de redimirse de sus acciones ilegales.
Una de las historias es la de Elya, el tatarabuelo-desastre-inútil-ladrón-de-cerdos de Stanley, el que originó la maldición de la familia de Stanley por no cumplir la promesa de llevar a Madame Zeroni a lo alto de la cima para que bebiera del arroyo donde había estado bañando el cerdo que le había regalado antes para que se pudiera casar con una chica muy guapa y tonta que resultó no estar enamorada de él. Al irse a América, incumplió dicha promesa y cayó la maldición sobre ellos.
La otra es la melodramática historia de Kate Barlow, la joven y guapa maestra del pueblo que había cuando Lago Verde tenía lago. Kate se enamora de Sam, el vendedor de cebollas y ese amor prohibido (él es negro) provoca un terremoto en el pueblo que acaba con la escuela destruida y con el asesinato de Sam, lo que lleva a Kate a convertirse en forajida, Kate "Besos" Barlow, que se cruzará con el bisabuelo de Stanley, robándole su fortuna. El tesoro que fue acumulando es el que busca la Vigilante.
Pero la principal es la de Stanley, que se tiene que adaptar a la vida de ese duro campamento, donde de todos los chicos con los que comparte agujeros, solo congenia con Zero, a quien enseña a leer y a escribir. Obviando la inverosimilitud de la propuesta (que haya un campamento conectado con la justicia americana a pesar de los métodos "redentores" que allí se practican, además del cúmulo de coincidencias que se producen), se trata de una novela fácil de leer (aunque pueden liar las diversas historias), con un personaje entrañable (aunque algo cargante), con una clara moraleja subyacente y con momentos divertidos.
Viendo que la versión al cine fue llevada por Disney, me pega totalmente. La estética y la sensibilidad es muy de este tipo, algo facilona y maniquea, con ciertos detalles a lo "Realismo mágico" hispanoamericano. Válida para un 2º, 3º de la ESO. La guía de lectura de la propia SM.
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