(240 páginas. 8,95€. Año de edición: 2011) |
Con Lorca siempre ocurre que los muros de la poesía parecen estar a una distancia accesible, pero cuando estás cerca ves que sólo era apariencia y que en cambio resultan infranqueables. Los 17 poemas de este clásico de la poesía universal es un claro ejemplo. Se vale Lorca del romance y de una apariencia accesible o, cuanto menos, familiar (no en vano nos acompaña desde el siglo XV y es la medida estrófca más nuestra), pero en él da cabida a imágenes visionarias, a expresiones lorquianas que parecen un círculo concéntrico del que no se puede escapar.
El uso magistral de este verso y la facilidad expresiva de este gran poeta (y dramaturgo) nos adentra en una obra compleja y, como siempre, hermética. El mundo andaluz, su paisaje, los gitanos como paradigma del ciudadano de Andalucía, de lo primitivo, de las tradiciones, de sus mitos, sus ciudades son vistos a través de estos ojos dotados para transformar la realidad en poesía: cualquier poema depara momentos expresivos culminantes, aunque como suele ocurrir (o me suele ocurrir) con la poesía, los poemas más conocidas son las más festejadas.
Leyendo el estudio preliminar de la edición de Austral (estupendo el estudio, así como las actividades que vienen al final), te das cuenta, además, de que no es solo facilidad para versificar la baza del autor, sino que además hay que añadir la disciplina, la meditación, el estudio y la revisión intelectual parte del trabajo. Llama la atención la desigual estructura, aunque casi habría que tomarse los tres últimos romances históricos a modo de epílogo. Este libro de poesías marca el final de la primera etapa lírica de Federico García Lorca y lo hace con un gran colofón.
La he mandado como lectura para 2º de bachillerato. Dejo la guía de lectura donde una parte de la nota del trabajo sería con la realización de la guía de Planetalector (en grupo, ya que en este curso hay suficiente agobio como para no diversificar tareas). Incluye un magnífico audio donde el locutor recita de manera estupenda y marca con claridad los momentos dialogados en los poemas.
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