Contiene spoilers
Dexter. Episodio 5 (Swim deep): tras el anterior capítulo, que dejaba las espadas en todo lo alto, a Dexter parece llegarle un poco de calma. Parece que ha conseguido quitarse de encima la investigación de LaGuerta gracias a Deb, a Isaak (genial el diálogo en la cárcel, aunque muy poco verosímil, nos hace prever un reencuentro no tan lejano como Dexter cree) en una jugada maestra, a su hermana y por tanto se van a centrar en el romance con la perturbadora Hannah McKay (Yvonne Strahovski). Un episodio notable, pero de transición.
Homeland. Episodio 5 (Q&A): ¿seguirá esta temporada en un periodo continuado de clímax, o se darán alguna concesión? Si fuerte fue el anterior capítulo, el interrogatorio a Brodie ha sido espectacular y el motivo por el que los dos actores, Claire Danes y Damian Lewis, obtuvieran sendos premios Emmy. El escenario que se nos presenta a partir de la confesión de Brodie no puede ser sino la eterna duda con el marine: ¿en qué bando está? ¿Se puede confiar en él pese a que Carrie se lo ha ganado (en parte gracias a la actuación de su compañero Peter Quinn, grande de momento Rupert Friend)? No tardaremos en saber si Abu Nazir se traga este nuevo rol. Por otra parte, el atropello de Finn, el hijo del vicepresidente Walden, y Dana, aunque de momento parece algo tangencial, tendrá sus consecuencias.
The good wife. Episodio 5 (Waiting for the knock): para mi gusto, el mejor de la temporada. Quizá es debido a que el caso episódico, el de Lemond Bishop, a punto de ser arrestado por el FBI, resulta electrizante, no solo por la aportación de Clarke Hayden (el fideicomisario), sabiamente utilizado por Cary, y los giros que da, sino por el punto humano en el que el gran traficante de drogas nos cautiva gracias a su hijo pequeño. Por una vez, y sin que sirva de precedente, Nick, el estúpido marido de Kalinda hace (sin querer) algo bueno: al parecer, Lana Delaney (la guapísima agente del FBI interpretada por Jill Flint) está detrás de Kalinda.
The walking dead. Episodio 3 (Walk with me): cambio de tercio. Dejamos las peripecias de Rick y los suyos en la cárcel y nos centramos por completo en Andrea, su salvadora y ahora amiga Michonne (Danai Gurira de momento le da un punto salvaje, duro y atrayente), que avistan el humo procedente de la caída de un helicóptero (uno de los restos del ejército de EEUU). Allí se encuentran con un grupo de hombres que llega antes. Así conocen al Gobernador (gran estreno de David Morrissey, cuyo nombre jamás revelará, como le dice de manera chulesca a Andrea), previo reencuentro con Merle (el hermano de Daryl que Rick dejó encadenado y que le obligó a automutilarse). Andrea parece dejarse engatusar por la conforabilidad y seguridad que le ofrece Woodbury, la pequeña ciudad dirigida con mano de hierro por este hombre, que oculta mucho más de lo que demuestra, acompañado de un perturbador Milton, una especie de doctor Frankenstein. Todo es sospechoso, como el final, donde el Gobernador se sienta en un sillón y contempla las cabezas de caminantes en una especie de peceras, incluyendo la del piloto al que había prometido ayudar (ya habíamos visto cómo asesinaba al convoy de militares).
Once upon a time. Episodio 5 (The doctor): otro gran capítulo de esta serie, que nos revela la identidad del doctor Whale. Tenemos más ingredientes para entender la maldad de Regina, a través de la pérdida de su amado Daniel (muy emotivo el reencuentro y la dura decisión que tiene que tomar ella), en lo que había sido un complot de Rumple, ayudado por Jefferson. Engañan a una novata reina para que acumule maldad a costa de un hombre que viene de otro mundo (otro cuento, otro mito): el doctor Víctor Frankenstein, cuyo final es una humillación, al tener que reconocer que la ciencia no es superior a la magia. Por otra parte, por fin Emma hace algo bien, y es sonsacarle la verdad a Garfio, en quien tendrán que confiar en su búsqueda del ingrediente que falta para dar el salto a otro mundo, una brújula mágica, que está en lo alto de la alubia mágica.
Comentarios