Pomelo y limón. Begoña Oro. SM (Gran Angular)

(288 páginas. 15,50€. Año de edición. 2011)
Jorge y María son dos adolescentes como tantos otros: salen con sus amigos, se comunican con ellos en las redes sociales, se enamoran... Todo esto sería normal si las madres de María y Jorge no fueran tan famosas.

Los dos chicos se ven envueltos en una espiralde rumores de la que solo salen recordando quelas palabras que elegimos para contar nuestra historia son las que realmente dan forma a nuestro mundo.
"los recuerdos están hechos de palabras; la vida está hecha de palabras. No puedes cambiar lo que te ha pasado, pero puedes escoger las palabras para contarlo (...) Porque las cosas te suceden, algunas las provocas tú y otras escapan a tu control. Pero hay algo que solo tú controlas: las palabras que eliges para contarlas. Eres tú quien cuentas la historia, tu historia"

Este libro es, en realidad, una campaña, pero al revés. "No es una campaña de publicidad. Es una campaña de privacidad". Y es que Jorge Zaera y María Pinilla se quieren. Son adolescentes, pero saben que se quieren. ¿La pega? Son hijos de personalidades famosas: Rebeca Linden, reputada actriz, es la madre de Jorge; y Candela Brines, diputada que pasará a ser Ministra de Economía, la de María. Por eso los chicos se convierten en el centro de las miradas de la prensa rosa. Por eso y por la incomprensión de sus respectivas madres -es curioso cómo una mujer escribe de modo que los buenos son los padres, tanto el de María, que da la idea de la campaña; como el de Jorge, que sugiere cómo escribirla; y en cambio las madres son menos receptivas y más egoístas-, su relación se ve dificultada hasta extremos de solo poder comunicarse vía mensajes con un pendriver. Y eso que ya habían tenido que superar el obstáculo de Raquel, la que era novia de Jorge hasta que los chicos se enamoraron.

A base de entremezclar las cartas que clandestinamente se mandan María y Jorge (bueno, ella escribe, él dibuja, el elemento visual gracias a estos dibujos es otro aliciente) y la narración cronológica del narrador (cuya identidad es un secreto hasta casi el final), aparte de la intervención de Yaiza, una chica que lee el blog de María y se siente totalmente identificada, algún correo electrónico que intercambian Jorge y su padre, el guionista Berto Zaera (que sugiere que la novela se construya como si fuera el cuadro de Arcimboldo, "Estaciones"), la historia va avanzando de manera fluida gracias a este perspectivismo (no coinciden, además, las líneas temporales entre la historia y las cartas, con lo que vemos las cosas en distintos momentos; la miscelánea, sin embargo, no confunde demasiado).

Cabe hablar de muchos aciertos, como la original propuesta, la inclusión de elementos multimedia como algunos términos hipervinculados a pie de página, las alusiones a los muros de Facebook de los chicos o el blog de María (pinillismos.blogspot.com, existente y uno de los puntos fuertes de la novela, ya que es como si cobrara vida al margen del propio libro). El enamoramiento de los chicos está perfectamente explicado y desarrollado, sin caer en cursilerías (o excesivas cursilerías), gracias a que la voz de María está muy bien lograda (algo menos Jorge, más desdibujado, pese a su faceta dibujante). También ayudan otros personajes como la fiel Clara Luján, amiga de María (Pinilla la llama, y ella Luján, otro detalle simpático), la confidente de los dos y Edgar, el portero prudente y observador. La estructura de la novela es enriquecedora y algunas reflexiones aportadas (como la de la cita) son muy interesantes.

¿Defectos? Los hay, o los encuentro: los padres están trazados en líneas gruesas, sobre todo ellas, cuyas autoritarias e infundadas prohibiciones no se resuelven en ningún sentido al final (las cosas se solucionan por encima de sus decisiones, que no quedan revocadas de manera directa). Hay un par de referencias religiosas que no me han gustado y se nota que los chicos van a un cole privado, al igual que viven en una zona residencial; la élite separada, pues, del resto. Algunos episodios son demasiado escuetos (aunque eso puede facilitar la lectura) y hay que pasar por alto la premisa sobre la que se basa la obra: normalmente los hijos de famosos (y si son menores de edad, todavía menos) no son carne de cañón de la prensa rosa (aunque el tema me parece acertado y merece la pena ese ejercicio de "fe" por parte del lector).

Sería recomendable para un 2º, 3º, incluso un 4º de la ESO. Y está más dirigido para niñas que para niños, supongo. Como muestra del componente audiovisual, el trailer del libro:

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