El paso del Estrecho. Fernando Lalana. Bruño, Paralelo Cero (03/02/11)

(224 páginas. 8,90€. Año de edición: 2005)
Entretenida y trepidante, esta novela de Lalana creo que cumple su objetivo de cara a los jóvenes lectores, aunque su estructura sea un poco confusa. Secuenciada por días, desde el lunes al domingo, parte del descubrimiento del joven traficante de tabaco y demás fruslerías apodado Chirlas, sobrino del “Francés”, de un joven árabe que sobrevive a lo que luego se verá como intento de asesinato por parte del hombre que en teoría iba a llevarlos de África a España.

Partiendo de Tarifa, llegaremos hasta Zaragoza. La inicial trama policiaca en torno a los traficantes y los cadáveres de los árabes, con la joven juez Canellas y, sobre todo, el teniente de la Guardia Civil, Eleuterio Mohedano, que alterna en el foco del narrador omnisciente con el Chirlas, va a dejar de tener relevancia, para pasar a una trama de persecución (suicida) por parte del peligroso (y pelirrojo, hasta que se rapa) Solanas, que quiere muertos a Chirlas y a Mustafá, el chico marroquí de quien se enamora Chirlas, Carlos, que en uno de los primeros giros importantes, pasará a ser Violeta, una chica de 16 años que consigue ocultar la muerte de su tío tres meses atrás para seguir traficando.

Embarcados en un ritmo frenético, saltando de un punto a otro, quedan mitigados los errores de construcción: Violeta y Mohedano, así como Mustafá o Solanas, no son sino arquetipos poco justificados más allá de sus acciones en torno a la trama. Es como el amigo de Violeta, que surge de la nada (o de la improvisación), Ahliú, negrito africano al que ayudó su tío y que ha prosperado, ayudando a Violeta en Almería y, luego, en la búsqueda de Mustafá por Zaragoza.

¿Zaragoza? Sí… Resulta que el chico, cuyo abuelo ha muerto en las aguas, venía en busca de un libro de profecías que sus antepasados árabes (y principescos) escondieron en el Palacio de la Aljafería. Las diferentes líneas de búsqueda (Violeta tras Mustafá, Solanas y Mohedano tras los chicos por separado) se van bifurcando y conjuntando: 1º en el tren que parte de Tarifa, donde hay una inverosímil persecución por el techo del tren en la que muere un policía que aparece sólo para cumplir esa función), hasta llegar a unos aposentos subterráneos, en los que estaba el libro y un inverosímil antepasado, o familiar, custodio de la estancia, que matará con un alfanje al sanguinario y psicópata Solanas, que había protagonizado otro tiroteo (y ya iban tres: en el tren, en Almería y en otro recinto de palacio).

En fin… Descubrimientos, giros sorpresivos, vueltas de tuerca (como que el suegro de Mohedano, el excéntrico ex coronel retirado, sea un enlace de los traficantes), amores no muy desarrollados (Mohedano y su mujer, Violeta y Mustafá), poca credibilidad… Lo leímos el año pasado en clase y no gustó mucho a nuestros alumnos.

El IES Joaquín Costa tiene una completa guía de lectura.

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