Besos para la bella durmiente. José Luis Alonso de Santos. Campo de Marte (28/03/11)

(88 páginas. 5,50€. Año de edición: 1994)
Obrita de teatro breve escrita en verso (un verso sin mayores pretensiones que las rimas fáciles y divertidas, alejado de ser un muestrario de estrofas como en el teatro de Lope de Vega) que cuenta una historia popular y muy conocida: la de la Bella Durmiente. 

Obviamente, se trata de una revisión del clásico, por lo que el Hada Buena resulta insoportable y el Hada Mala, más macarra, tiene mayor atractivo. Asimismo, los reyes aparecen como panolis, puesto que un hombre del pueblo les tiene que decir cómo hacer para tener algún hijo, aspecto que les angustiaba.

Después llega la maldición del Hada Mala por no haber sido invitada al bautizo: cuando se pinche la princesa, quedará sumida en un profundo sueño del que no despertará hasta que llegue un beso con verdadero amor.

Dos príncipes, uno moreno y uno rubio, parecen los firmes candidatos a socorrer a la princesa, pero se enfrascan en disparatadas disputas elegantes y caballerescas, disputas que son comentadas por otro elemento jocoso de la obra: el papel de graciosos que correspondía al teatro del Siglo de Oro lo llevan a cabo sus propios jacos.

De modo que tiene que ser el pajecillo quien despierte a la princesa, aunque no obtendrá la aprobación de los reyes por su baja condición. Al final, el amor triunfará, por supuesto (no recuerdo bien si a través de una justa y con la ayuda del Hada Mala). Intrascendente, pero entretenida, cumple la función que el autor se ha propuesto y es una lectura recomendable para leerla en clase o representarla en el cole o en alguna muestra de teatro para chicos.

Ha aparecido una edición nueva en Castalia Prima junto con La verdadera y singular historia de la princesa y el dragón (11€).

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