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| (160 páginas. 7,50€. Año de edición: 2003) |
Basada en un hecho real, esta novela narra las aventuras de dos jóvenes adolescentes (aprendices a policías como sus padres, coprotagonistas de la investigación) en torno al misterio de un hombre negro que parece haber surgido de la nada.
Esta novela resulta entretenida, pero ligera; algunos de sus defectos son los de incurrir en los tópicos del género y en una pintura no demasiado hábil de los personajes, a quienes cuesta demasiado diferenciar, en esa caracterización por parejas que dificulta un poco, además, la comprensión: James y Norman, los chicos, parecen tejidos por un mismo patrón, resumido en su vocación policial; los padres, el capitán y el teniente (no recuerdo ahora sus nombres), son ambos correctos y sagaces; y las madres, Elena y Edith, además de ser secundarias y apenas quedar esbozadas como preocupadizas madres, encima comparten la misma inicial y no sabes bien quién es quién.
Pero como estamos hablando de una novela recomendable para 1º de la ESO, hay que perdonar estos pecados y creo que la intriga se mantiene hasta el final, se sigue bastante bien, los personajes consiguen (espero) que haya empatía al compartir edad y hay un giro inesperado al final. Quizá ese final sorprendente, aunque algo previsible desde el principio, es lo que le otorga un punto de interés. La hemos leído en clase y ni fu ni fa. Olvidable.
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