(320 páginas. 8,50€. Año de edición: 2004) |
El palacio de la noche eterna conjuga un gran número de tópicos en la literatura de terror: niebla, monstruos, caserón abandonado... Sin embargo, el narrador consigue transmitirnos primero sus dudas, luego sus descubrimientos y finalmente nos hace partícipes de la resolución de la aventura que le lleva a refugiarse de las intenciones de su amigo de la infancia recientemente de vuelta, Jeremy Mortimer.
A pesar de lo lineal y que sigue una especie de pauta establecida de momentos narrativos, o quizá gracias a ello, el lector, que no debe esperar más que ese entretenimiento puntual, no se siente defraudado, pese a que se podría haber sacado más partido a figuras como la hija del brujo africano o el investigador húngaro. La intriga, pese a todo, prevalece.
Muy recomendable para alumnos de 3º y 4º de la ESO.
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