El gaucho insufrible. Roberto Bolaño. Anagrama Compactos (2009)

(184 páginas. 7,90€. Año de edición: 2008)
Aunque en este caso el contenido irregular de la obra le dé más valor al libro, ya que es una muestra de los últimos momentos de Roberto Bolaño, aquejado ya de gravedad de la enfermedad que acabaría con él, estos relatos de ausencias son sintomáticos y muchas veces descarnados, sobre todo si se lee sus dos conferencias, donde expresa a las claras cómo se encuentra.
 
Incluso el relato más endeble, El policía de las ratas, encuentra un camino interesante que lleva al lector a seguir las andanzas de ese policía tan especial, una rata, que custodia los destinos de sus congéneres por las alcantarillas.

Jim, el primer relato, el norteamericano más triste que el narrador haya conocido, es tan breve como enigmático. El gaucho impasible es quizás el relato más interesante, sobre todo por ser una especie de versión o revisión o de homenaje al relato El sur de Borges. También la visión de esa pampa profunda, así como la situación tras el corralito, son puntos atractivos.
Dos cuentos católicos es un juego de perspectivas entre dos personajes que se cruzan una y única vez en sus vidas, retazos que sólo llegan hasta que se separan, sin mayores trascendencias (por una parte es su principal valor, pero también su principal defecto, ya que esa relación a lo mejor se queda un poco coja).

Las dos conferencias son interesantes porque son directas y descarnadas, y muestran no sólo parte del proceso de enfermedad del autor, sino las mezquindades y tejemanejes literarios de nuestro panorama nacional. Y me dejo para el final el relato que más me ha gustado: El viaje de Álvaro Rousselot, que cuenta una especie de relación escritor-lector (a su vez director de cine) o también literatura-vida.

Pese a las diferencias de tono entre unas piezas y otras, la prosa de Bolaño, las brechas de las que habla Vila-Matas, son de lo más jugosas, por no hablar de profundas.

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