ABC. 2012. Comedia. 7 episodios (12/04 - 24/05) |
¿Qué tiene de especial Don't trust, aparte de su título poco convencional? 22 minutos de situaciones hilarantes. Esta comedia donde no existe el término medio, sino extremismos e histrionismos. ¿De qué va el humor de esta serie? Va del contraste entre una chica que viene de Indiana a Nueva York con una oferta de trabajo que incluye un impresionante apartamento. Su vida va sobre ruedas porque está consiguiendo todo lo que se propuso, haciendo que el esfuerzo de sus padres de que fuera a la universidad mereciera la pena. Pero justo cuando llega, la compañía se va al garete y tiene que buscar un piso. Y lo encuentra: apartamento 23. June (Dreama Walker, quizá lo más flojo de la serie, no la termino de ver con ese punto de ingenuidad, poca confianza en sí mismo y a la vez arranques imprevisibles) se convierte en compañera de piso (roomate) de Chloe (Krysten Ritter). Chloe es quizá el opuesto de June: es alocada, genuina, gamberra, egoísta, caradura... Una puta, vaya, aunque de forma imprevista empatiza muy pronto con June, puede que porque le descubre que su novio y casi prometido era un mujeriego que se acostaba con toda mujer que se le ponía a tiro (la forma de descubrirlo es una buena muestra de lo que es esta serie).
Gran parte del mérito del humor alocado de esta serie se debe a esta chica (Krysten borda este inconmensurable papel, consiguiendo que se adore a este monstruo despreocupado de cualquier problema que te la puede clavar por la espalda sin dudarlo un segundo), a la relación casi imposible con June, al igual que pasa con su gran amigo James Van Der Beek, más conocido por Dawson, de Dawson crece. James hace de sí mismo y la parodia que se hace es muy divertida.
Después de este trío de personajes, encontramos un helenco de secundarios donde destaca Robin (Liza Lapira), la vecina obsesionada con Chloe, antigua compañera de piso suya. Tiene momentos geniales otro vecino, el pervertido de Eli (Michael Blaiklock, a quien June conoce mientras se masturba mirándola), y ya el resto de secundarios aporta menos: Mark, que iba a ser jefe de la empresa de June y será el encargado de un coffe-shop (de momento más bien tibia su presencia); los padres de June (siempre a través de videoconferencia); Luther, asistente gay de James; o la pastor Jin, de una iglesia coreana a la que se hace feligresa June (que supuestamente es la más equilibrada, no lo olvidemos).
De los siete episodios (extraño el lanzamiento de esta serie, así como el número de episodios emitidos, aunque ya tiene una segunda temporada confirmada y es de suponer que tenga más), el mejor, junto con el primero, es el segundo, del que es mejor no decir nada para disfrutarlo más. Aparecen cameos de algunos actores como Kiernan Shipka (la hija de Don Draper, en Mad Men) o Dean Cain (el que hacía de Superman en Lois y Clark). A veces vemos verdaderas burradas, con lo que no estamos delante de la típica comedia de siempre. Totalmente recomendable.
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