Serie estrenada en 2009 por la cadena CBS (emitida en España por Fox), que el 26 de septiembre iniciará su tercera temporada. Hasta el momento, cuenta con 23 episodios en cada una de las dos temporadas.
¿De qué va?, ¿es otra serie de abogados? Pues sí, pero no. A pesar de que sólo llevo 10 episodios y que me quedan muchas sorpresas por descubrir, no creo equivocarme en señalar la gran calidad, tanto de las historias, como de los actores.
Se parte de la premisa, en un inicio abrupto, desconcertante (una tensa rueda de prensa), de que la protagonista, Alicia Florrick, interpretada por Julianna Margulies (conocida sobre todo por su paso por Urgencias, ER, como Carol Hathaway), se enfrenta de sopetón con que su esposo, Peter Florrick (Chris Noth), fiscal del Estado, es destituido y encarcelado bajo el cargo de corrupción política al mismo tiempo que se difunden al público videos que documentan que mantenía relaciones con prostitutas, de modo que ella tiene que encargarse de tirar adelante con sus dos hijos, Zack y Grace (14 y 13 años respectivamente) con la única e inestimable ayuda de su suegra, Jackie Florrick, estupendamente caracterizada por Mary Beth Peil.
Alicia tiene que dejar la lujosa casa y el lujoso barrio en el que vivían y volver a la abogacía, carrera que había abandonado hacía trece años, gracias al apoyo de un antiguo compañero y amigo, Will Gardner (Josh Charles, El club de los poetas muertos), que consigue incluirla como abogada junior, aunque tendrá que ganarse el puesto, en directa competencia con un jovencito bastante seguro de sí mismo, Cary Agos (Matt Czuchry). Pronto cuenta con la complicidad de la investigadora privada del lujoso bufete, Kalinda Sharma (Archie Panjabi), aunque más reacia se muestra la socia de Will, Diane Lockhart (la, aparentemente, operadísima Christine Baranski).
Se conjugan a la perfección el desarrollo de las puntuales tramas que están asociadas con el caso de cada episodio y las relaciones personales que van surgiendo entre los personajes, además de la constante presencia de la infidelidad del marido, que se intenta hacer perdonar y que al mismo tiempo lucha por su puesta en libertad, aunque (S01E10, en un final inesperado con el tercer socio del bufete donde trabaja Alicia, el excéntrico Jonah Stern) no será tan sencillo porque hay muchos intereses en su contra.
Se nota que es una serie hecha a medida de la protagonista (impecable en su contención, en esa mezcla de fortaleza y debilidad) y quizá por eso nos encontramos con un retrato demasiado cercano a la perfección de Alicia, una superheroína del siglo XXI que tiene que lidiar con sus hijos excesivamente inteligentes o sensibles (en especial -de momento- Zach, que, gracias a su perspicaz descubrimiento de que son fotos trucadas las que alguien anónimo ha dejado delante de la puerta de su casa, a raíz de la incongruencia de los brillos reflejados en las pupilas de su padre y de la prostituta que le acompaña, inicia por su cuenta algo así como una investigación para descubrir la verdad), con su suegra (bendita su "inocencia" y su neutralidad) y con los líos en el bufete, que, por lo que van soltando de vez en cuando, al menos en lo que respecta a su compañero Will, dejan entrever asuntos cuanto menos inquietantes. Mientras trata de sacar adelante a la familia, los puntuales sucesos sensacionalistas en torno al proceso de su marido, hacen que todo se tambalee para Alicia, que no dejará de ser una estupenda esposa de un hombre imperfecto que, no obstante, se hace querer y perdonar y que parece víctima de una conspiración en su contra.
De momento, el ritmo es apropiado y aunque de vez en cuando te pierdas en algún asunto judicial, o te sorprendan las aleatorias decisiones de algunos de los jueces (objection, my honor!) y los tejemanejes de los abogados que se enfrentan a Alicia, la más lista de la clase, la más perspicaz, la más empática con sus clientes, a la que casi siempre se le debe anotar el triunfo del caso, por más que a veces sea la simple acompañante o la que prepara testimonios, te consiguen enredar en su tela de araña.
Puntillismos aparte, la subterránea trama del marido engancha, así como (de momento) todos los casos en los que se ven envueltos. Ya veremos qué inventan los guionistas cuando Alicia esté más establecida en el bufete y no sea la novata que va desoxidando sus cualidades, algo que de momento le da un especial interés a los episodios.
En definitiva, se trata de una serie entretenida, sobria, sólida, bien construida y muy verosímil que merece mucho la pena. Esquivando spoilers como he podido, parece que no va a decaer, sino todo lo contrario, de aquí al final, como mínimo, de esta temporada.
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