(AMC. Estreno: 23/08/2015) |
El universo creado por Robert Kirkman tiene cuerda para rato, y para muestra la llegada de esta especie de spin-off, precuela o como quiera llamarse, que va a funcionar independientemente de las andanzas de nuestros héroes guiados por Rick. Quien piense lo contrario, está dándole esquinazo a las audiencias (ha sido el estreno más visto de la tele por cable) y está restándole valor a una de las distopías más poderosas que existen. Si la serie "madre" estaba perdiendo esa capacidad de empatizar con los protagonistas porque su supervivencia está tan avanzada que ya pocos podemos imaginarnos en un mundo rodeado de caminantes y con poco margen para la humanidad, con Fear the Walking Dead, en cambio, no podemos sino disfrutar (disfrutar entre comillas, claro está) del advenimiento de este apocalipsis. ¿Actuaríamos nosotros igual, si por ejemplo por la Gran Vía se nos cruza un bicho regurgitante que no cae por muchas balas que reciba? ¿Seríamos tan cándidos de acercarnos a una de estas criaturas que se medio arrastra para ver si está bien? ¿Reuniríamos un arsenal de armas y nos aprovisionaríamos de comida para encerrarnos en un búnker durante 50 años? (Esta opción, claro está, sólo sería válida de haber visto The Walking Dead antes).
Me da a mí que nos quedaremos con las ganas de saber el origen del estallido zombi (y creo que será un acierto, el misterio siempre le viene bien a una historia), pero podremos ver cómo fue el nacimiento y el desarrollo de esta plaga. Porque, recordémoslo, con la serie madre partíamos de un lapso de tiempo en blanco, el correspondiente al coma de Rick. Aquí no. En pleno Los Ángeles (un acierto esta localización visto el piloto, lejos del glamour de Hollywood, con iglesias abandonadas y canales marginales como sumideros), el piloto nos narra lo que podría ser un día normal dentro de una familia un tanto disfuncional antes de que todo se desate.
Para mi gusto, este primer episodio marca las bases de la intriga y el suspense que debe tener un capítulo inicial de una serie de estas características. Partimos del primer contacto con una infectada, Gloria (¿es la paciente cero como he oído, o simplemente la primera infectada en aparecer?), una amiga yonki de Nick Clark (muy logrado el papel de Frank Dillane, que recuerda a Johny Deep en cuanto a físico por momentos), que acaba de regresar de un viaje de heroína en una iglesia okupada. El susto que se lleva cuando la ve comiéndose a un drogata le lleva a acabar bajo las ruedas de una camioneta que le arrolla. Y ya no sabremos más de los zombis hasta mucho más adelante. Para mí un acierto, por más que haya mucho cansino que hable de la lentitud del piloto.
Lo interesante aquí no es ver a caminantes a porrillo (como tampoco en TWD, por otra parte), sino ver el proceso que lleva a una ciudad enorme a que acabe desmantelada por completo, y ver cómo reacciona la gente. Gente normal, como son la madre de Nick, Madison Clark (Kim Dickens, siempre solvente) y Travis Manawa (Cliff Curtis, que en un principio parece un tío sin carisma pero se gana al espectador), cuyos principales problemas son lidiar con sus matrimonios previos fracasados y formar una nueva familia con los hijos mayores del matrimonio anterior. Una con un hijo drogadicto y otro con un hijo (Chris, Lorenzo James Henrie, con una escasa aparición en este piloto) que no quiere saber nada de él.
La tentación del tópico en el que un personaje poco creíble (en este caso, el yonki con presuntas alucinaciones) favorece la propagación de una enfermedad o de una amenaza no se cumple. Hubiera dado lo mismo que la policía hubiera acordonado la iglesia y se hubiera aislado la zona de inmediato en vez de lo que ocurre, que pasan un par de días. No es por eso por lo que los zombis están a punto de hacerse con el mando de EEUU (¿del mundo también?). Se ve claramente cuando Calvin, el que parecía amigo perfecto de Nick y en realidad era su camello, muere por un balazo y se transforma (las ventajas de ser espectador de TWD pueden ser un problema: no dejas de mirar al que debería ser un cadáver por si se levanta a morder a alguien). Es decir, tenemos un virus, una bacteria (como dice el alumno del instituto, Tobías, que parece un paranoico delirante), algo inoculado en el ser humano listo para propagar el estallido zombi antes incluso de propagarse.
Vale, necesitas ser un seguidor de la serie y meterte en la piel de los protagonistas para sacarle más provecho. Un fan de Fast and furious será el prototipo de espectador coñazo que pedirá más sangre y más acción y más velocidad, incluso para los caminantes, tipo Guerra Mundial Z. En cambio, tenemos que seguir las andanzas de una orientadora de instituto empeñada en encontrar a su hijo una vez que este huye del hospital (con el viejo de los estertores al otro lado de la cortina; esos guiños, como cuando el director está oyendo por radio a sus profesores para evaluarlos cuando parece que se dará la vuelta con los ojos en blanco, son los que generan una creciente inquietud) y de un profesor de literatura que da con la clave de todo esto al hablar de Jack London y la supervivencia a toda costa.
La normalidad empieza a volcarse a partir de lo que parece ser un simple atasco que pilla a Madison y a Travis. Policías, ambulancias, helicópteros, voces por megafonía recomendando a la gente a no salir de sus vehículos... Cuando al día siguiente llegan las primeras imágenes que se libran de la censura, hay personas, como Alicia (preciosa Alycia Debnam-Carey), la otra hija de Madison, esta más centrada y modélica, que no dan crédito a lo que ven. Algo así como un toque de queda interrumpe las clases, para regocijo de los pocos alumnos que han ido ese día al instituto. Salvo Tobías, cariacontecido, casi todos se marchan encantados. Otros, como Matt, el novio de Alicia, ya han desaparecido. Pronto dejará de ser normal mandarse mensajes de whatsapp y escuchar música por los auriculares.
En el último tercio del episodio al menos tres personajes son conscientes de que algo está pasando, aunque dudo de que sepan hasta qué punto van a cambiar sus vidas. Mientras, los espectadores vemos a caminantes casi relucientes, con los ojos velados y su piel aún tersa, lejos de los amasijos de pellejos colgantes y carnes fétidas y pútridas más propias conforme vaya pasando el tiempo. Nadie se imagina que sólo son vulnerables en la cabeza, y que hacer caso al instinto les llevará a situaciones inéditas en condiciones normales.
Al margen de aprovechar el tirón de TWD, hay margen suficiente como para rellenar huecos y arcos argumentales que pueden dar mucho juego, y más en una cronología previa a la que habíamos conocido. Mientras tanto, hagan apuestas, señores: ¿quién será el primero de los protas en morir? Me da que Alicia va a llevarse un buen susto pronto. Si Nick supera el mono (a ver cómo lo gestionan para que sea verosímil), parece que ha superado ese terror inicial y podría ser un buen superviviente; a Travis se le ve apañado (lo de arreglar una cañería no es baladí, llega el turno de valerse por sí mismos) y a Madison también la veo luchadora. La ex de Travis, Liza (Elizabeth Rodríguez, Orange is the new black) apenas sale, e iremos conociendo algún personaje nuevo (en los créditos aparecen Ofelia -Mercedes Mason- y Daniel Salazar -Rubén Blades-, por ejemplo), así que el elenco de protagonistas tiene que empezar a postularse para ver cómo sobrevive. De momento, eso sí, les toca pasar miedo, mucho miedo.
Comentarios
No he visto el piloto de FTWD, pero solo de leerte me han entrado ganas. Es cierto que con TWD se desaprovechó el cómo se pasó de la normalidad al apocalipsis, incluso cuando Rick llegó a conocer al resto de personajes, estos ya estaban algo alejados de lo que habían sido antes (aunque cambiarían más en el proceso). También veo que hay variedad de personajes. Supongo que habrá que ver cómo avanza. No sé si ambas series se llegarán a cruzar en un futuro (al compartir universo, es posible), pero espero que ambas consigan la calidad necesaria que ha mostrado TWD en varios de sus capítulos y tramas.
Gracias por compartir tu impresión del piloto, aunque creo que esperaré un poco para ponerme con esta serie, me has animado a hacerlo pronto ;)
¡Un saludo!
¡Un saludo!