Homeland. Temporada 3

(Showtime. 12 episodios: 30/09/2013 - 16/12/2013)
Homeland hasta ahora había sido como esa estructura sustentada a base de piezas en constante y exagerada tensión que conseguían al final no desmoronarse, siempre pendiendo de un hilo, pero logrando mantenerse a salvo y logrando además el más difícil todavía. Acabamos la primera temporada pensando que habría sido una serie redonda de haber terminado ahí, aunque nos taparon las bocas con un inicio trepidante de segunda temporada, al igual que ese final tan brutal en el que volaba por los aires Langley. 

Sin embargo, parece que al alterarse el equipo de guionistas -por luctuosas causas- la fórmula se ha desajustado y por desgracia esta 3ª temporada es la demostración de que más vale pararse a tiempo que echarlo todo al traste. No llegamos a los límites de Dexter, pero sí que le sigue de cerca los talones... 

Y es que toda la temporada ha sobrado: aburrida, tediosa, inverosímil, arrítmica, descompensada, llena de cabos sueltos, sin sentido... Aunque al principio podría achacarse a que sin la química de los protagonistas la historia perdía sentido, luego regresaba Brody y tampoco. He oído por ahí que se potencia lo político, pero a mí ese argumento me provoca hilaridad, porque en un momento Saul se refiere a su rocambolesca maniobra de colocar a un infiltrado en la cúpula de poder de Irán como "a play" (una jugada), y si eso es hacer política, es como decir que las medidas draconianas de Rajoy son las únicas que pueden sacarnos de la crisis. Ja. 

Todo es tan inverosímil y rebuscado que te echa para atrás y hasta la propia Carrie (ese rictus permante de sufrimiento agota) sale mal parada. Es lo peor sin duda, el mayor demérito de la temporada, el desaprovechamiento de los caracteres, incluso por encima de la desvaída historia que va dando tumbos hasta llegar a Javadi, el malo que se manchó la camisa para convertirse en el nuevo paradigma de ambigüedad una vez exprimido el jugo de Brody. O a lo mejor es que Abu Nazir era el irremplazable...

El más vapuleado es Saul, metido a Maquiavelo cuando hasta ahora había sido la brújula moral de la serie. El complot entre él y Carrie es de traca y un insulto al espectador, por no hablar de que la historia del psiquiátrico ya estaba contada. Queda la duda de si este personaje quedará al margen o se le repescará para la 4ª (algo que se presupone), aunque ya no se podrá confiar más en él. 

Quinn queda totalmente desaprovechado y su papel es marginal, por más podría haber sido el más interesante y con más margen por recorrer; de nada vale pensar que se le reserva un mayor protagonismo en la 4ª porque deberían haberse exprimido más para potenciar esas dudas sobre si la CIA está en lo correcto o no. Es sin más un outsider que mira desde la barrera lo que ocurre a su alrededor y su momento más destacado es demostrarnos su puntería pegándole un tiro a Carrie cuando esta volvía a desobedecer a la cadena de mando sin que hubiese ninguna represalia. 

El embarazo de Carrie es, para mi gusto, el peor recurso de todos: no lleva a ninguna parte, ni puede ser un eje argumental en un futuro porque si pasamos a una serie donde los buenos cazan terroristas y el interés tiene que residir en cómo se conjugará el papel de espía secreto y madre aderezándolo con unas dosis de litio, cuanto menos no resulta demasiado atractivo. A no ser que nos muestren un bebé pelirrojo que sonría como un psicópata... 

Otra inconsistencia es la adicción a la heroína de Brody curada en dos semanas (¡que patenten el método!). ¿Y qué decir de la trama abortada de Dana, después del tostón que nos dieron con su romance sin salida con el discípulo de Dexter? Ni un solo segundo de sus últimos pensamientos le dedicó este amoroso padre a su hija en su agonía final. Y esa es otra: ¿qué tiene de efectista ver cómo la cara de Brody se hincha enganchado a la grúa? ¿Era el mejor final que se le podía haber dado a este personaje fundamental? ¿Queda homenajeado con la enésima demostración de que el sistema de seguridad de la sede de la CIA es una coña marinera dejando que Carrie pintarrajee una estrellita absurda en la placa? 

De modo que nos queda un más que dudoso futuro para una serie que jugaba con temas muy interesantes y un desarrollo bastante medido y que ahora tendrá que conformarse con presentar un caso atractivo que deberá resolver la superdotada rubia (aunque bueno, si la trasladan a Oriente pasará a ser morena, que su tinte es como las gafas para Clark Kent) y poco más. Y visto lo que fue esta serie, es una pena que se la hayan cargado. Ya nunca volverá a ser lo mismo.

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