Orange is the new black. Personajes


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Este cartel promocional me gusta mucho. Piper ya no está en el medio, aunque sí que aparece destacada por su mono naranja. Cada cual en un cubículo, casi todas conectadas, bajo la mirada chulesca de Méndez. Pero vayamos por orden. Ya que la serie narra la historia de Piper, es justo que empecemos por ella:
  • Piper Chapman (conforme pasan los capítulos va mejorando el trabajo de Taylor Schilling) no sabe muy bien quién es y se enfrenta a esa incertidumbre en prisión. Ha pasado por lo que cree que fue pecados de juventud (escarceos con la droga, al menos en su distribución, experiencia lesbiana), pero ha reconducido ese pasado y ahora es la mujer prototípica americana, rubia, de clase media alta, con su novio judío y su vida apacible y ordenada. Puede resultar odiosa por momentos, pero no hasta el punto en que la odia Pennsatucky. Tampoco es justo que su novio le recrimine tanto como al final Larry, y esa idea que parece consustancial en ella de que los errores se pagan es excesiva. Se presta a ello, pero no debería ser objeto de filias y fobias desmesuradas. Es una persona cualquiera, con sus virtudes (es ingeniosa, atenta, inteligente, cariñosa) y sus defectos (es inoportuna y metepatas, pedante, narcisista, a ratos inestable y arrogante), que tiene que lidiar con una consecuencia catastrófica de uno de esos errores suyos, y al ser su cultura superior a la media, se encuentra con reacciones desmesuradas, en gran parte por culpa de su mentor, Haley. No se menciona ningún padre y su madre sí que es la típica americana estirada que mira más las apariencias que otra cosa. Su hermano "alternativo" Cal (Michael Chernus), pese a lo original de su propuesta, no me convence demasiado, es un personaje cuyos bordes apestan a guión.
  • Larry Bloom (Jason Biggs, o por qué sacaste la colita del pastel y no te quedaste quieto para que otro actor resultase más creíble) es el novio divertido, enamorado y parece que perfecto para Piper. Acepta el pasado turbulento de su prometida y se prepara para los 15 meses de separación tan bien como puede. Sus contradicciones resultan más artificiales si cabe al comparar su "tragedia" con la de cualquier chica en prisión. Acomodaticio, apoltronado, demuestra poca empatía con Piper cada vez que esta le cuenta alguna anécdota, por más que en principio se muestre firme respecto a sus padres, poco afines a su prometida. Se le puede perdonar que flirtee con una camarera, pero no que aproveche la situación de Pipes para que despegue su carrera como escritor. Entre él o Alex no hay dudas (solo hay que ver su confrontación en la sala de visitas), incluso para una mujer que no fuera gay... (¿Se nota que no lo soporto y que me parece el único lunar en esta serie? Mi duda es si con otro actor no resultaría tan desagradable Larry).
  • Polly Harper (Maria Dizzia) es otro personaje que me rechina o que no me acaba de convencer. Embarazada, la mejor amiga de Piper va a otra onda y parece representar la postura de quien no solo no queda afectado por una situación así, sino que quien está fuera, lo está con todas las consecuencias. Llevan un negocio juntas (creo que de jabones o algo así) y apenas cuenta con su amiga, se muestra poco comprensiva (como demuestra tras lo de la gallina) y tampoco ayuda su novio, Pete, bastante insustancial. Morritos Jagger II apenas sirve de contrapunto entre la cómoda vida burguesa y la inhóspita prisión.
  • Alex Vause (Laura ojazos Prepon) podría pasar por la coprotagonista de la serie (espero que no sea verdad el rumor de que deja la serie). La ex novia de Piper, en lo que resulta el principal ingrediente de culebrón de Orange, se reencuentra con ella en prisión después de más de diez años sin saber la una de la otra. Parece la mala de la película, pero pasan los capítulos y ves que vale, ha podido acusar a Piper, pero el trato de esta tampoco fue el más recomendable (la dejó tirada justo cuando se enteró de que su madre había muerto). Inteligente, sarcástica y pragmática, es como un imán para Piper, aunque sus polos opuestos parecen ser incapaces de evitar una colisión. Creo que los espectadores en general abogan más por su relación con Piper que con Larry, e incluso que es más estimada que la propia protagonista, aunque tampoco hay que pasarse, no hay que obviar el fondo de egoísmo que reside en ella... 
  • Nicky Nichols (Natasha Lyonne) es una de las primeras mujeres que trata con Piper. Lesbiana (y con un potente rádar para cazar lesbianas), se nota que pertenece a un estrato social alto, aunque a diferencia de Pipes, sabe adaptarse, quizá por su turbulento pasado con las drogas (su flashback resulta emotivo por la falta de calidez de su madre). Ingeniosa, ocurrente y divertida, no duda en traicionar a Red al sentirse desplazada, pero tiene la suficiente integridad como para reconocerlo. Ronda alrededor de Alex y no termina por hacer del todo migas con Piper. Su estrafalaria y leonina melena es otra señal de identidad suya.
  • Tiffany 'Pennsatucky' Doggett (papelón el de Taryn Manning, que me recordaba, por cierto, a Helena Bonham Carter). Esta iluminada de dentadura desvencijada es uno de los personajes más alocados y divertidos (y también insufrible) de todos. Su fanatismo religioso va parejo a su hipocresía, pues en su flashback vemos cómo esta drogadicta es una asidua a los abortos, hasta que una enfermera le hace un comentario despectivo, se le cruzan los cables y la mata de un escopetazo, algo que es considerado por los antiabortistas como una defensa a su causa. En prisión tiene a sus discípulas (en parte por esa locuacidad tan a lo pastor religioso) y es genial cuando la hacen creer que su capacidad para sanar, uncida por la gracia de Dios, es algo real. La confrontación con Piper es otro ejemplo más de cómo las drogas resultan tan perjudiciales. No creo que haya muerto, pero si es así, tendremos más temporadas de la serie de las previstas...
  • Suzanne 'Crazy Eyes' Warren (qué decir de la actriz Uzo Aduba, si al ver una foto suya parece hasta normal y no una chiflada) es uno de los pocos personajes que no tienen (creo) flashback, pero sin embargo se hace un hueco con su simpatía y su punto alocado (el meado del final del tercer -creo- episodio es una muestra). Toma a Piper como su esposa (a la que llama Diente de león) y recita versos de Shakespeare, además de encargarse de fregar cuando ve que su cabeza se le va. La actriz está confirmada como regular, así que podremos conocer a fondo lo que se presupone como una adopción por parte de sus padres (mayores y blancos).
  • Tasha 'Taystee' Jefferson (Danielle Brooks, que es una de las actrices casi novatas y sin embargo muy destacada). Otra de las más bromistas, cantarinas y bailarinas, de las más alegres de la cárcel (y si no que se lo digan a su mejor amiga Poussey, Samira Wiley). Es de estos personajes que te gustan ver al lado de Piper porque le sacuden de su tontería, bien sea jaleándole los pechos o bien sacándole del apuro (también en la ducha) de la encerrona de Pennsatucky. Su salida de la cárcel es uno de los momentos más emotivos, y su vuelta (al no encontrar acomodo al otro lado de los barrotes, otro tema bastante típico de las pelis carcelarias) es otro momento simpático.
  • Galina 'Red' Reznikov (Kate Mulgrew) es uno de los personajes más destacados. Esta pelirroja, dura como el acero, se encarga de la cocina y es una de las más influyentes en prisión gracias a su inteligencia, que raya en lo despiadado (que se lo digan a Tricia). Piper no sabe cómo hacer para congraciarse con ella, algo bastante complicado después de su metedura de pata criticando la comida nada más aterrizar. Su confrontación con Méndez te lleva a no saber con quién posicionarte, puesto que los métodos de la pelirroja son tirando a mafiosos. Me sobró su segundo flashback, pero el primero sí que te aporta un retrato más completo suyo. Al ser alejada de su puesto, es de suponer que tratará por todos los medios de recobrar su status, aunque por medio pierda apoyos como el de Norma (la mudita que no lo era).
  • Sophia Burset (Laverne Cox). La peluquera transexual (me parece curioso que para relatar este flashback echaran mano de su hermano gemelo, por cierto) aporta uno de los capítulos más emotivos de todos, pues su historia se las trae. Ex bombero, se encuentra encerrada en un cuerpo de hombre pero quiere ser mujer, algo que su santa esposa acepta, no así su hijo Michael (por el que en parte parece estar en prisión). Su necesidad de pastillas para proporcionarle estrógenos es uno de sus principales motores, y le llevará a entablar una curiosa y aparentemente incompatible amistad con uno de los secundarios más amables, la hermana Ingalls. También vale para comprobar que es una de las más íntegras de Litchfield, de modo que este tipo de personaje te sirve para acercarte (y posicionarte a favor) a un tema bastante controvertido.
  • Dayanara Diaz (Dascha Polanco) va ligada indiscutiblemente a John Bennett (Matt McGorry). La historia de amor entre la reclusa y el guardián es una de las más emotivas y aunque ahí es cuando más evidentemente bordean la pastelada, hasta el momento han conseguido que lo edulcorado no empalague. Ayuda la ternura del chico y la cierta ingenuidad de ella. El punto de la pierna ortopédica de Bennett y la habilidad para el manga de Dayanara inciden a su favor, aunque el embarazo es una prueba de fuego, y más cuando el acercamiento de Dayanara con su madre (Aleida Diaz, que recibe a su hija con un colosal bofetón, Elizabeth Rodriguez es otra de las secundarias destacadas, al interpretar a una contraditoria madre que alterna entre la irresponsabilidad  y el egoísmo a otras facetas más humanas) hace que incluso busquen incriminar a Méndez.
  • Sam Healey (Michael Harney) aparenta ser uno de los pocos guardianes no repulsivos, pero esa apariencia a la que contribuye su cara de no haber roto nunca un plato, se disipa en cuanto le salen los demonios en forma de conjura contra los actos lésbicos. Toma a Piper como una especie de protegida, no se sabe bien si porque su matrimonio con una ucraniana (con la que apenas puede comunicarse) es más un simulacro y necesita algo más, o si porque la posición social y cultural más elevada de nuestra rubia le lleva a creer que está más en su línea. El caso es que conforme vamos viendo cómo comete injusticia tras injusticia con Piper (sin que se presente la elige como candidata a esa especie de sindicato de prisioneras, al verla bailar con Alex la manda a aislamiento), el odio que sentíamos casi en exclusiva por Méndez lo canalizamos hacia él, que no deja de ser pieza fundamental en ese contundente final.
  • George 'Pornstache' Méndez (Pablo Schreiber, irreconocible sin bigote) consigue con su mera presencia y esa fachada prepotente y chulesca que nos terminemos de volcar con las presidiarias, deseando incluso un motín sangriento por su parte. Trapichea con drogas, abusa de su autoridad, no se toma nada en serio, su cuota de hijoputismo lo culmina con Tricia, aunque luego le vemos de cervezas con Bennett (san Bennett) y hasta parece una persona no tan desalmada (aunque no tanto como para que no deseemos que el plan de endosarle una violación hacia Dayanara no prospere). Sancionado temporalmente, a pesar de los más desagradables, es de los que más juego dan en la serie.
  • Miss Claudette Pelage (Michelle Hurst) está a medio camino entre regular y secundaria. La compañera de cubículo de Piper se muestra al principio huraña y dura, y tras su flashback (en el que hasta aplaudimos su resolución asesina y por el que sentimos empatía) vemos que no es sino su escudo para protegerse de las decepciones, con lo que la leyenda de asesina que queda tras sí es eso, leyenda. Suyos son los momentos más emocionantes, como cuando se reencuentra con su amigo de toda la vida, cuando le deniegan la apelación o cuando el bocas de Larry suelta que Piper temía que la asesinase. Al estar a punto de estrangular a una de las guardianas, su futuro es más bien incierto.
  • Big Boo (Lea DeLaria, que ni tiene foto en el perfil de imdb), la prototípica presidiaria lesbiana con sus tatuajes, con su pelo corto y su apariencia machorra, es la secundaria que antes rompe los esquemas. Ex novia de Mercy, que sale de prisión en breve y que ahora está con Tricia, cuando parece que se tomará la venganza gracias al destornillador que Piper accidentalmente saca del taller de electricidad, resulta que al contrario, será una de las que más sientan la muerte de Tricia. Ya cuando la encargan con el labrador lazarillo te gana, junto con algún gesto amable o alguna broma simpática.
  • Lorna Morello (Yael Stone) es de las que parecen principales y luego quedan en más secundarias. Obsesionada con su atuendo para una boda que parece poco probable, sus labios en rojo y su voz cascada casi infantil hacen de ella un buen contraste, así como el sexo que mantiene con Nicky. Se encarga de la furgoneta y quizá el momento más destacado suyo es cuando Méndez hace que se aleje más de la cuenta de prisión para intentar sonsacarla e incriminar a Red, algo que no consigue.
  • Janae Watson (Vicky Jeudy) podría ser el caso más claro de cómo las malas decisiones dictaminan tu vida. De ser una atleta con progresión y altas expectativas, al elegir otra vía más problemática para tener amigos, altera su meta, acabando en prisión. Al llegar a la vez que Piper (y Dayanara), y comoquiera que sus caracteres son opuestos, los momentos en que Piper intenta hablar con ella son graciosos, porque se da de frente con un muro. Janea carga con las culpas por lo del destornillador, pero a cambio Piper consigue que le abran la zona del patio para correr, aunque aun así ella diga que no están en paz.
  • Tricia Miller (Madeline Brewer) ejemplifica a la perfección cómo las drogas acaban con cualquiera. Aunque Tricia guarde en una libreta todos los robos que quiere reponer, y aunque con una amiga suya sueñe con salir de la calle, al final no sólo no logra reconducir su vida, sino que se engancha a las drogas y acaba dependiendo de ellas. Méndez no contribuye en la cárcel y Red confunde su dureza con frialdad, con lo que ni con su sacrificio logra cambiar mucho las cosas.
  • Y la lista de secundarios con sus momentos sigue y sigue: uno de los jefazos, Joe Caputo (Nick Sandow) resulta bastante patético (ya desde el primer episodio); Natalie Figueroa (Alysia Reiner), la enlace con el alcalde, queda retratada con una escena donde un periodista la llama preguntando por un desvío de presupuesto y enfocan su flamante Mercedes; Susan Fischer (Lauren Lapkus), que representa el trato humanitario, por más que Caputo pretenda influirle haciéndole que vea a las reclusas como ovejas; Gloria Mendoza (Selenis Leyva), del clan latino y que reemplaza a Red en la cocina; Yoga Jones (Constance Shulman) y su actitud zen y su motivo de estar en prisión; incluso la Flaca (Jackie Cruz) y su momento excusado y teléfono móvil son importantes, pese a que solo rezonga frases aparentemente disparatadas.
Son personajes e historias tan variados y ricos que no cabe duda de que esta serie es mucho más de lo que en un principio parece.

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