La isla de los delfines azules. Scott O’Dell. Noguer (24/03/11)

(208 páginas. 8,95€. Año de edición: 2010)
Más o menos se puede considerar este libro como una especie de descendiente de Robinson Crusoe, pero en una isla del Pacífico, con una niña (Won-a-pa-lei, cuyo nombre oculto es Karana) como protagonista y con un perro, Rontu, como principal compañía. Es decir, sensibilidad ecologista (está en contra de la matanza de nutrias, domestica pajaritos) y feminismo como notas particulares o modernas.

Novela bien escrita, que requiere de una sensibilidad tal vez mayor de la media para la literatura para adolescentes, que suelen reclamar más acción (el inicio sería lo más destacado en este sentido, cuando los auletianos engañan al padre de Karana, jefe de la isla, y no sólo no cumplen con su parte del trato en el reparto de la piel de nutrias, sino que los atacan y les infringen muchas muertes; y cuando muerte su hermano pequeño, Ramo, el causante de que Karana deje atrás a los suyos cuando los blancos vienen a sacarles de la isla, ante el ataque de los perros salvajes), menos descripciones (que si construyendo su refugio, que si hablando de los animales, que si refiriendo el maremoto) y que suelen rechazar el componente sentimental (esa relación especial con Rontu, la amistad que surge con la auletiana Tutok...). Por no hablar del ritmo lento inevitable al estar sola en la isla la protagonista, con lo que la segunda parte del libro puede hacerse un poco pesada.

Con vistas a mantener la verosimilitud del caso real, se alarga en exceso la estancia solitaria de Karana, que da tiempo a que Rontu muera y lo sustituya y que un barco se vaya. Hubiera resultado conveniente para que no decayese el interés de la lectura que el periodo temporal se redujera o que se resumieran todavía más esos últimos años que tampoco aportan demasiado a la construcción del carácter del personaje. 

Planetalector tiene esta guía de lectura.

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