Lolita. Vladimir Nabokov. Anagrama Compactos (2010)

(389 páginas. 11,90€. Año de edición: 2006. 1ª edición: 1955)
No voy a quitarle méritos a Nabokov y a esta su obra maestra, y máxime cuando es un autor ruso que ha hecho el esfuerzo de adaptarse a una lengua que no era la suya propia. Conseguir esa belleza literaria, transmitir al lector una fotografía en movimiento de la América de los años 50, pero sobre todo, efectuar un retrato tan perfecto de un amor un tanto desviado y torturado, el que siente Humbert Humbert por su adorada y pequeña (12 años) Lolita, son los puntos más destacados de esta novela. Por no hablar del atrevimiento al tratar el delicado tema de las relaciones entre un adulto y una adolescente (ni eso cuando empieza la relación).

Pero para mi gusto (que en literatura de eso se trata), la introducción antes de conocer a Lolita es demasiado tediosa; y la segunda parte del libro, sobre todo desde que otro cazador de jovencitas se la roba, decae mucho. Por no hablar del final desmesuradamente manierista y alambicado, con esas peleas absurdas entre H.H. y mr. Clue. Por otra parte, el lenguaje tan puntillista y culterano repele o distancia un tanto el cántico de amor de H.H. hacia su adorada (pero desdeñosa) pequeña.

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